'Crónicas Marcianas' regresó anoche a Telecinco con el esperado reencuentro entre sus protagonistas. La cadena volvió a reunir en pantalla a Xavier Sardà y a sus colaboradores en un especial cargado de nostalgia que fue seguido por 1,3 millones de espectadores. Uno de los momentos más destacados de la noche llegó de la mano de Paz Padilla, que recordó con cariño su etapa en el late night que marcó una época.

Después de hacer su entrada en plató como si fuera la niña de 'El Exorcista', tal y como hacía en 'Crónicas Marcianas', la humorista desveló cómo se gestó su fichaje en la sala VIP de un aeropuerto. Allí se encontró con Sardà, que le lanzó la oferta: "Me dijiste 'hola' y las piernas me empezaron a temblar. Siempre me temblaban las piernas contigo, incluso ahora".

Cuando ella le preguntó por la función que desempeñaría en el programa, Sardà le respondió con una condición: "Lo que sea, pero chistes no". "Yo dije: 'Me pongo en sus manos'. Siempre he tenido claro que sabías mucho de televisión y quise confiar", aseguró en el reencuentro: "Y no me ha ido mal en la vida".

"Tú dejabas que todo el plató fuera mío. Antes las cámaras siempre se ocultaban, nadie podía ver lo que ocurría detrás. Pero ahí me subía hasta encima de los cámaras", recordó la colaboradora, dando pie a que Sardà contara una anécdota con Ricky Martin.

El presentador desveló que sus representantes les pusieron una condición para entrevistarle en plató: "Nadie podía tocar a Ricky Martin". Sin embargo, la gaditana hizo caso omiso a esa petición y se abalanzó sobre el cantante, tal y como recordaron en el reencuentro de anoche: "Dije para mí... Y una mierda. ¿Que va a estar Ricky Martin y no le voy a tocar?". "Yo te di luz verde", aseguró Sardà.