Quien no haya buscado en Internet una receta alguna vez en su vida miente. Los libros de cocina han pasado a la historia. Ahora las recetas se perpetúan a través de páginas web, foros, videos y, sobre todo, por las redes sociales. Si una de ellas logra viralizarse se convertirá en un plato para la historia (breve) de la cocina, sin importar si es un éxito o no. Para lograrlo, no hace falta que sea una receta de alta cocina. La mayoría se trata de platos sencillos, rápidos y sabrosos.

En ocasiones se trata de recetas sorprendentes que jamás se te hubieran ocurrido. Otras, sin embargo, se trata de recetas que ya hacía tu abuela y que ahora se han convertido en todo un fenómeno viral para quienes buscan una receta, buena, pintona y barata. Es el caso del último postre que está causando furor entre los y las influencer. Se trata de un postre muy sabroso y muy sencillo de hacer.

En las redes sociales lo han bautizado de mil nombres. La tarta de dos ingredientes, el pastel de chocolate que se hace sin necesidad de horno y que no lleva nada más que dos ingredientes o el postre exprés que, además, promete ser sano, rico y no tener casi calorías. ¿Qué es esta maravilla? ¿De qué se trata?

La receta no puede ser más sencilla, leche, maicena y, a partir de ahí, se puede añadir chocolate, coco, aroma de limón.... Pero, en esencia, se trata de leche y maicena. Dos ingredientes de lo más humilde que, sin embargo, dan como resultado un postre muy sabroso que lleva siglos entre nosotros: la leche frita....

La única diferencia entre el postre por excelencia de nuestras abuelas y este fenómeno viral es que la crema de leche solidificada con la maicena no llega a freírse sino que se consume directamente así. El resultado es muy similar al de una panacotta.

Ingredientes para la tarta mágica de dos ingredientes

  • 400 ml de leche
  • 50 gramos de maicena
  • Edulcorante o azúcar al gusto

Elaboración del pastel

La receta puede ir ampliándose para hacer también un pastel muy sabroso de chocolate PI

El proceso no puede ser más sencillo. En primer lugar disuelve el edulcorante o la azúcar con la leche y reserva un poco de leche fría. Disuelve en la leche fría la maicena y el resto ponlo al fuego hasta que se caliente. Añade la leche fría junto con la maicena y remueve mientras se calienta la mezcla.

Comenzará a espesar. No dejes de remover hasta que la mezcla comience a despegarse.

Retira del fuego y ya está listo. Ahora solo hay que enmoldar. Para ello, prepara un molde rectangular y fórralo con papel de horno y un poco de aceite para evitar que se pegue. Echa la mezcla y tapa con un poco de papel film y reserva en la nevera hasta que solidifique.

Cuanto esté frío puedes desmoldar y servir con un poco de cacao en polvo o canela por encima o bien chocolate caliente.

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Ésta es la versión más simple que puede ir ampliándose. Si a la leche le añades cacao en polvo el resultado será un pastel de chocolate. Si se elabora una crema de limón, el resultado será un pastel de limón.

También se puede preparar una opción vegana reemplazando la leche por leche de coco o similar. El resultado es igual de sabroso.