Es sorprendente la cantidad de cosas que un paseante puede encontrarse a pie de calle. De muebles en perfecto estado a libros apelotonados que casi siempre encuentran dueño antes de que pase el camión de la basura. La búsqueda de tesoros se vuelve todavía más interesante cuando la lista de espera para la recogida municipal de voluminosos se dilata, como es el caso, tres semanas, lo que da espacio a la aparición de enseres curiosos, como el que encontraron ayer los vecinos de Orillamar: nada menos que una jaula vintage para pájaros (vacía) en buen estado de conservación, no sabemos si por huida o por defunción, que busca quien la recoja antes del paso de los operarios.
