Opinión | UN MINUTO

Lavado con todo cariño

Quiero pensar que el Liceo de hockey sobre patines se trae de Cataluña algo más precioso que ser subcampeones de la Copa del Rey. Cuando me enteré que una familia catalana se ofreció para lavar toda la ropa usada por el equipo coruñés en los cuatro días de competición que retuvieron por aquellas tierras al Liceo, imaginé que algo inaudito estaba ocurriendo. Y así lo supo ver también este diario que informó del hecho. “Lavandería a domicilio para el Liceo” tituló en las páginas de Deportes el 1 de marzo. Allí se expone que la familia Cruz Fraga, residentes en Barcelona, se ofrecieron para quedarse con el petate de la ropa sucia para dejarla ya limpia, planchada y doblada en el hotel de Calafell que usaría el equipo del Liceo de jueves a domingo de la pasada semana, en las competiciones de la Copa del Rey. En cuatro días el equipo del Liceo se las tuve que ver con las poderosas escuadras catalanas del Caldés, y el Voltregá, a las que venció, para caer por un 4-2 ante el Barça, actual campeón. Pero más que el subcampeonato, el Liceo se trae el cariñoso detalle de unos aficionados catalanes, forofos de este deporte y del Liceo, algo emparentados con Galicia, que no dudaron en ofrecerse para evitar el trasiego, el ir y venir de la equitación deportiva, lavándola allí imagino que con todo el afecto del mundo.