Opinión

Pedro Vasco Conde*

Picasso, lo que no se ve

La excepcional exposición de Picasso que se está celebrando en el Museo de Belas Artes de A Coruña es todo un fenómeno cultural a la altura de los más grandes eventos internacionales. Es una exposición que, sin duda, hará historia en Galicia y por demás en esta ciudad.

Pero tenemos que fijarnos y poner el foco, en la otra cara de la verdad de dicha exposición, en lo que el público puede no ver, lo que puede pasar inadvertido, pero que en realidad es lo más importante y trascendente. Y es la exigencia profesional de primer nivel que precisa una exposición de tal magnitud, exigencia y complejidad, y que sin este trabajo de máxima calidad esta exposición no se podría realizar. Y es por ello y de justicia ensalzar y poner el foco en los protagonistas que hacen que esta exposición pueda ser una realidad, el equipo técnico del Museo.

Esta ciudad debería tener esto muy presente y sentirse orgullosa de tener un gran Museo, compuesto por un gran equipo de profesionales con su directora al frente. Y repito que sin su experiencia, rigor, esfuerzo, vocación y dedicación máxima, no sería posible poder tener este tipo de exposiciones.

Las personas que componen su plantilla se manejan a nivel profesional desde los estándares más altos de conservación y de manipulación para las más grandes obras de arte.

La complejidad es tal que para realizar este tipo de exposiciones solo hay muy pocos museos preparados, el Museo del Prado, el Reina Sofía, el Museo Thyssen...Ya que la demanda profesional de los que ceden las obras es máxima, la Fundación Picasso, Museos y particulares... naturalmente estos exigen los controles más extremos de calidad en todos los pasos a seguir hasta estar colgadas en las salas y exigen un control exhaustivo de conservación sobre sus obras, durante los meses que dura la exposición.

Y es por eso que debemos ver más allá y congratularnos de tener este Museo y el equipo de profesionales que lo hacen posible, agradecerles públicamente su esfuerzo y esa entrega que va más allá de su responsabilidad laboral cotidiana.

Es gracias a ellos que nos han traído al más grande artista del siglo XX, a su casa, al lugar donde vivió y donde comenzó su excelsa carrera.

Tenemos un museo que nos permite poder tener entre nosotros los más grandes acontecimientos culturales que podamos imaginar y que sitúa a esta ciudad en el mapa internacional del mundo de las grandes exposiciones del arte. Aquí, sí que jugamos la Liga de Campeones.

Y qué mejor exposición que esta para celebrar el Día de los Museos y recordar y tener presente siempre que los Museos los hacen sus gentes y las personas que trabajan en ellos.

Presidente de la Asociación de Amigos del Museo de Belas Artes da Coruña. Gestor cultural y comisario de Exposiciones.