TVE se arrodilla ante Tamara y el ¡Hola!

Reinicia ahora La 1 una nueva temporada de Lazos de sangre, dedicado esta vez a Tamara Falcó. Estos lazos, más que de sangre, vienen siendo habitualmente de melocotón en almíbar. Ejercicios remilgados, más propios del programa Corazón de los mediodías de sábados y domingos que no del prime time de la gran televisión pública del país.

Para esta celebración han contratado a Jordi González, que después de tantos años en Telecinco estaba en espera de destino. Su propuesta a TV3 para hacer un programa junto a Marta Torné al parecer no ha concitado interés alguno por parte de la actual dirección de Sant Joan Despí. De modo que Jordi ha encontrado en estos lazos de La 1, y la productora Tesseo, un refugio ocasional. Habitualmente este programa lo solía amenizar Boris Izaguirre, pero Boris acaba de recibir cobijo en La Sexta, donde dicen que debutará en los nuevos fines de semana veraniegos. Pero al margen de quien presente los lazos, lo relevante es ver cómo TVE ha hecho una genuflexión ante Tamara, y ante la revista ¡Hola! por añadidura. Ya sabemos que esta televisión pública lleva tiempo sin rumbo. Y quizá ha creído que elaborando un cóctel San Francisco sobre Tamara recuperará sus desballestados audímetros. Poca cosa ha conseguido. Un 9,06% de cuota de pantalla, de media, en las más de dos horas dedicadas a este pastelito, no es un éxito, es un pasar sin pena ni gloria alguna. Decía un relator, una voz en off, para resumir tan glorioso matrimonio: “Tamara Falcó perpetúa la aristocrática historia de sus antepasados, aportando a su linaje la frescura de Íñigo”. Manda güevos, que diría Federico Trillo. Yo creo que hasta Jordi González habría echado a correr si hubiese podido.

Aquí, más que el untuoso contenido, hay que preguntarse por el continente que lo impulsa. O sea, TVE transformada en relaciones públicas de la marquesa de Griñón y sus business, y postrándose ante la revista ¡Hola! como si fuera el Libro de Estilo de esta TV pública. Es posible que TVE haya decidido transformarse en la rama audiovisual de la acreditada revista de la familia Sánchez Gómez Junco. Deberían comunicarlo oficialmente. Quizá conseguirían que Núñez Feijóo se presentase al debate a cuatro que preparan, y al que por ahora no quiere asistir.

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