‘El cartero’, de Pablo Neruda

Ángela Labordeta

Ángela Labordeta

Escrita por Antonio Skarmeta, El cartero, de Pablo Neruda, es una novela sobre la fragilidad y el silencio, sobre la soledad y la esperanza, sobre el amor y la distancia, sobre la amistad y la palabra. ¿Quién no ha esperado en tiempos prehistóricos sin móviles una carta que recompusiese los hechos, o aquella otra que todo lo hiciera saltar por los aires? ¿Quién en la fecha de su cumpleaños, siempre que este fuera en verano, no ha apilado con inmenso cariño postales de las amigas escritas desde diferentes lugares? Postales que decían básicamente feliz cumpleaños, nosotras aquí lo estamos pasando muy bien y nos acordamos de ti. Te queremos mucho. Nos veremos cuando comience el colegio para contarnos todo sobre el verano.

Y siempre detrás de todas esas misivas había un cartero o una cartera que era como de la familia y que se alegraba enormemente cuando había un gran número de postales y se entristecía terriblemente cuando la carta traía consigo presagios negros y noticias que solo nombraban al dolor. Pero el trabajo del cartero iba mucho más allá porque en ocasiones tenían que leer las cartas, ya que algunas de las personas que las recibían o bien eran muy mayores y su vista estaba muy fatigada o bien no sabían leer y allí estaban ellos leyendo unas palabras que en ocasiones nadie tendría que haber escrito. Mi abuela, a menudo, se acordaba de una cartera que se llamaba Rosalía y a la que conoció en sus años de residencia en Galicia allá por los cuarenta del pasado siglo; Rosalía, decía mi abuela, era buena y lloraba cuando las noticias eran malas o simplemente no había noticias que, como decía Rosalía, era algo todavía más desesperante, porque significaba que alguien se había olvidado de ti para siempre. Esa frase es la que más recordaba mi abuela de Rosalía con la que se escribió hasta la muerte de la cartera, unos años antes de que se produjera la de mi abuela.

En estos días vuelven todos esos recuerdos y veo sus caras, la luz de las postales y el luto en aquel sobre que solo traía desdicha y vuelven porque lamentablemente una vez más hay que esparcir la duda por si las cosas el 23-J no salen como uno quiere y en esta ocasión les ha tocado el turno a los carteros y carteras de nuestro país, que siempre han sido el eslabón de unión con las cosas importantes y necesarias y a los que algunos partidos políticos quieren convertir en malos trabajadores que desatienden y quizá, indican, lo hacen intencionadamente, cuando el cartero, como el de Neruda, solo busca cuidarte en tu soledad.

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