¿Antisemitismo importado?

Joaquín Rábago

Joaquín Rábago

¿Habrán de jurar quienes traten en un futuro de adquirir la nacionalidad alemana no sólo respetar las leyes del país sino también “el derecho a la existencia de Israel”? Eso es al menos lo que pretenden cristianodemócratas y cristianosociales bávaros con un proyecto de ley que han presentado al Parlamento. “La seguridad de Israel” es para Alemania “razón de Estado”. Esa frase la pronunció en Jerusalén la canciller federal Angela Merkel, y hoy ya nadie parece discutirla.

La oposición conservadora ha presentado un segundo proyecto de ley que incluye otras medidas destinadas a “impedir la concesión de la ciudadanía alemana a los extranjeros antisemitas”. Es como si en su intento de expiar los horrendos crímenes del pasado contra el pueblo judío, los políticos alemanes de hoy quisieran alejar de sí cualquier sospecha de “antisemitismo” para culpar a los de fuera, sobre todo si son árabes.

Así se proponen reformar varios derechos como los de asilo y nacionalidad para impedir la importación de lo que llaman “antisemitismo”, pero que puede consistir simplemente en manifestaciones de solidaridad con los palestinos. De aprobarse esas propuestas de ley, un delito que las autoridades germanas consideren “antisemita” podría constituir motivo de expulsión.Y cualquier prueba “ irrefutable” de que el extranjero mantiene posiciones “antisemitas” bastará para denegarle la nacionalidad alemana. Quienes, teniendo doble nacionalidad, cometan un “delito antisemita”, además de poder ser condenadas a una pena mínima de un año, pueden perder la ciudadanía alemana. En opinión del abogado Alexander Gorski, del Centro de Apoyo Legal Europeo, el grupo parlamentario cristianodemócrata sólo trata de utilizar el mito de un “antisemitismo importado” para endurecer las leyes en materia de inmigración. Como declaró Gorski al diario alemán de izquierdas “Junge Welt”, no está nada claro qué se considera un “delito antisemita”.

La pasada semana, el simple hecho de manifestarse en la calle a favor del reconocimiento por el Estado sionista de los derechos de los palestinos se tachó de “antisemita”. Las reformas legales proyectadas tienen como principal objetivo, según Gorski, intimidar a los inmigrantes para que no se atrevan a expresarse libremente sobre cuestiones que les preocupan. La responsable de perseguir el antisemitismo en el “land” de Renania del Norte-Westfalia, Sabine Leutheusser-Schnarrenberger, del Partido Liberal, llegó a decir que sólo los alemanes tenían derecho a manifestarse, algo que tuvo que rectificar ante las críticas recibidas.

Desde los atentados de Hamás del 7 de octubre, las autoridades alemanas persiguen como delitos antisemitas la exhibición de pancartas en las que se acusa a Israel de estar cometiendo un genocidio en Gaza. El antes citado diario alemán se pregunta con razón si las proyectadas medidas represivas se aplicarán también a los judíos que rechazan el sionismo.