Irse como el ‘Pastilla’

Agnès Marquès

Agnès Marquès

La cosa se va acabando. Cada vez tienes que ir más lejos para encontrar el año de tu nacimiento en cualquier formulario online. 2024. Soy más de comienzos que de finales, pero siempre hay que poner el broche a las cosas, aunque nos den ganas de irnos de 2023 como el Pastilla de la cárcel de Alcalá Meco, sin avisar y sin llamar la atención. ¡Qué gran historia de película! En el año de la inteligencia artificial un preso peligroso consigue escapar de la cárcel madrileña entre los familiares que van a visitarlo en Nochebuena como si fuera uno más, como si no hubiese ningún control de acceso y salida de la prisión, que lo hay pero como si no. Que esta noche es Nochebuena y mañana Navidad. Ni un simple identifíquese antes de salir, ni un le devuelvo su DNI antes de salir, nada, el Pastilla, un perla, anda suelto.

No puedo ponerme en la mente de un criminal, pero imagino el momento de máxima tensión después de que, en la reunión con sus familiares, alguien lance la idea de intentar salir como Pedro sale de su casa. Lo importante es que nadie te vea disimular. El momento pelotón ante cada puerta de seguridad, el momento corazón latiendo a mil a cada control superado, y máxima tensión al acercarse a la garita. No puede ser, llegar hasta allí debe ser estar muy cerca de la incredulidad, yo temblaría como una enorme hoja de cristal fino, creo que me tiraría al suelo autinculpándome porque, claro, cómo puede ser que yo salga de aquí sin vosotros daros cuenta. Pero eso en la mente de un criminal no debe funcionar igual. Imagino el deseo de libertad acrecentado después de cada prueba superada, un torrente sanguíneo huracanado y violento corriendo por las venas: el que me frene ahora, recibe. Llega la garita final y ni contarlos. Entraron cinco y salen seis. Nadie que advierta que un preso considerado peligroso, trasladado a Madrid porque se supone que la prisión reviste más seguridad que la de Algeciras, se está fugando de la manera menos ostentosa. Imagino el piiib de la última puerta de seguridad, la libertad ahí fuera, que esta noche es Nochebuena y mañana Navidad. Todo grabado en las cámaras de seguridad, ante el estupor de los supervisores. Que no se note que disimulas. No sé si El Pastilla y su familia echaron a correr enseguida o bien si aguantaron el tipo hasta llegar a los coches, pero protagonizaron una huida de película. Imagino un ataque de risa final casi histérica. ¡Que el último cierre la puerta! Feliz 2024, estimados lectores.

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