La Consellería de Educación todavía no ha empezado, oficialmente, la ronda de contactos para analizar con cada agente social el borrador del decreto del gallego. Los encuentros con los directores están previstos para el martes y miércoles de la próxima semana, no obstante, este miércoles ya se produjo el primer acercamiento, a puerta cerrada, entre los responsables de más de treinta centros educativos gallegos, inspectores y jefes territoriales y miembros del departamento que dirige Jesús Vázquez.

El secretario xeral de Política Lingüística, Anxo Lorenzo, convocó hace dos días en Santiago a representantes de centros educativos de toda Galicia para escuchar, en persona, la postura que los directores llevan reivindicando en los medios de comunicación desde la publicación del texto que marca la estrategia de plurilingüismo de la comunidad gallega para los próximos años. "Inviable, técnicamente complicado e ilógico en muchos artículos". Ese fue el sentir general que los responsables de los centros expusieron a Lorenzo, trasladándole de primera mano "su rechazo unánime" a lo que se perfila como el nuevo decreto de la lengua.

Los directores achacaron a Lorenzo que tengan que ser los centros, teniendo en cuenta la consulta previa con los padres, los que tengan que hacer el reparto de asignaturas entre gallego, castellano e inglés. "Esto nos puede traer problemas, porque va a ser difícil contentar a todos los que opinan, desde los padres, hasta el propio claustro. Dejando a un lado inglés, que nos lo planteamos a largo plazo, no todos los profesores tienen igual competencia en gallego y castellano", explica uno de los directores asistentes al encuentro, en representación de la provincia pontevedresa.

Los portavoces de los centros pidieron a Lorenzo que, para evitar conflictos, sea Educación la que establezca, por escrito, qué asignaturas deben darse en cada idioma. "Si cada equipo directivo tiene que elegir, se crearán diferencias entre los centros, y es posible que las familias quieran ir a uno u otro centro en función del idioma de las materias. Es más, no todos los centros tenemos el mismo número de profesores capaces de dar una asignatura en inglés. Esto también puede provocar trasvase de alumnado", argumentó otro de los directores que acudió desde A Coruña a la cita de Santiago.

Los directores discutieron con Lorenzo el peso de los padres a la hora de elegir el idioma: "No están pedagógicamente preparados para ello". En referencia a la posibilidad de que los estudiantes hablen y escriban en gallego o castellano, con independencia del idioma en que se imparta la materia, los responsables de los centros advirtieron a Lorenzo de que será "un claro punto de ventaja para el castellano". "Es que ya lo estamos notando en la actualidad en algunos colegios", apostillaron.

El secretario de Política Lingüística se comprometió a tomar nota de las aportaciones de cara a los encuentros oficiales de la próxima semana. Precisamente ayer, la Asociación de Directores de Centros Públicos de Santiago advertía a la Xunta de que la aplicación del decreto "resulta inviable con los recursos humanos y materiales que hay, con riesgo de disminución de la calidad de la enseñanza pública".

En cuanto a la huelga convocada para el día 21, a la que ya se han sumado 15.000 asistentes a través de la red social Tuenti, Educación ha pactado los servicios mínimos con los sindicatos STEG y CIG. UGT, que envió ayer a Educación un documento con 18 enmiendas al decreto, no acudirá, en principio, a la manifestación, al igual que sus compañeros de CCOOy ANPE, a la espera del avance de las negociaciones con la Xunta.

Feijóo

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, denunció ayer que el borrador del nuevo decreto del plurilingüismo en la enseñanza sólo ha recibido por el momento "rechazo prematuro" así como "propuestas radicales y muy poco razonables" pese a estar abierta la fase de "aportaciones" para lograr un consenso. En cuanto a las críticas recibidas por parte de varios colectivos, entre los que se encuentra la Real Academia Galega (RAG), el máximo mandatario del Gobierno autonómico lamentó que los planteamientos nuevos para mejorar el texto sean "nulos", y aseguró desconocer en qué puntos discrepa, en concreto, la oposición. Ayer, Feijóo ratificó su apuesta por la introducción del inglés en la enseñanza con el fin de evitar que sólo dominen este idioma "los hijos de quienes van a colegios bilingües de pago". El presidente de la Xunta admitió no saber inglés porque estudió "en un pequeño colegio en el que no se impartía", mientras que el conselleiro de Economía, Javier Guerra, "lo habla perfectamente". Así las cosas, manifestó su deseo de que a los jóvenes gallegos "no les pase lo mismo" que a él.