Uno de los puntos del nuevo decreto del idioma en la enseñanza que más ha dado que hablar y que más polémica ha suscitado en los últimos días es el que establece que todos los aspirantes a profesores que se presenten a una oposición deberán acreditar el conocimiento de una lengua extranjera, independientemente de la especialidad a la que pertenezca el candidato a la plaza pública o la materia que vaya a impartir. Saber inglés será un requisito sine qua non, y no sólo eso, sino que además se convertirá en un plus para los destinos más solicitados (centros educativos preferentes) en el sistema educativo gallego, una medida que los sindicatos se han apresurado a criticar, y que incluso han calificado de "delirante", sobre todo después de que el Gobierno autonómico eliminase la prueba de gallego para acceder a la función pública.

Fuentes de la Consellería de Educación puntualizaron a este periódico, no obstante, que el requisito de que los aspirantes a docentes dominen el inglés "no es una novedad que la Xunta se haya sacado de la manga" sino que "viene dado por el Ministerio de Educación", que exige acreditar el dominio de una lengua extranjera equivalente al nivel B1 del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas para obtener el Máster Oficial en Formación de Profesorado de Secundaria, Bachillerato, Formación Profesional o Escuela de Idioma, equivalente al antiguo Certificado de Aptitud Pedagógica (CAP).

"El B1 es el título que se exige en todas las universidades europeas, y se obtiene al finalizar el 4º curso de la Escuela Oficial de Idiomas (EOI), o los dos del nivel intermedio", explica María Teresa Vieira, directora de la EOI de A Coruña, quien además especifica que los alumnos que durante el Bachillerato cursaron la asignatura de inglés "pueden entrar directamente en 1º del nivel intermedio (sólo serían dos años) o bien hacer una prueba de nivel para matricularse en 2º y obtenerlo en un año". "En cualquier caso, el examen que realizan los alumnos para obtener la certificación es bastante complicado, ya que incluye una prueba escrita de tres horas de duración y otra prueba oral por parejas. Ambos ejercicios se realizan delante de un tribunal, y la parte oral se graba para asegurar el máximo rigor en la corrección", indica Vieira.

La directora de la EOI de A Coruña sostiene que la certificación B1 garantiza un nivel de inglés "bastante bueno", porque, para obtenerla, los alumnos deben demostrar un dominio de la lengua "tanto escrito como oral". "De nada vale que sepan escribir muy bien en inglés si luego son incapaces de mantener una conversación fluida en ese idioma, o a la inversa", señala Vieira, quien, sin embargo, evita entrar a valorar si un profesor con el nivel intermedio de inglés está realmente capacitado para impartir una asignatura en la lengua de Shakespeare. "En el caso de un asignatura como, por ejemplo, Ciencias de la Naturaleza, habría que diferenciar si se va a impartir la hora entera de clase en inglés o si sólo se va a dar en ese idioma una parte de la materia", destaca.

Sea como fuere, el caso es que sólo los aspirantes a profesores de Secundaria, Bachillerato, Formación Profesional o Escuela de Idiomas están obligados a realizar el Máster Oficial de Formación y, por tanto, a acreditar su dominio del inglés mediante la certificación B1. ¿Qué solución contemplará entonces el decreto de la Xunta para los candidatos a dar clase en Primaria? La respuesta a esta cuestión es, de momento, una incógnita puesto que, tal y como apuntan desde la Consellería de Educación, "lo que se ha presentado ahora es el borrador de la nueva normativa. El texto está sujeto a modificaciones, por tanto aún no podemos concretar qué medidas concretas va a contemplar cuando se aplique", señalan.

A falta de saber qué acreditación del dominio del inglés exigirá la Xunta a los aspirantes a ocupar futuras plazas de profesores de Primaria en colegios públicos, lo cierto es que la formación en lengua extranjera que reciben los estudiantes de Magisterio (salvo los que cursan la propia especialidad de Lengua Extranjera, es decir, aquellos que se preparan para impartir las asignaturas de Inglés o Francés) es, cuanto menos, mejorable. De hecho, los alumnos que cursan, por el plan antiguo (diplomaturas), la especialidad de Audición y Lenguaje, pueden terminar la carrera sin haber recibido una sola clase de inglés o francés. En el caso de las especialidades de Infantil, Primaria y Educación Física o Musical, los estudiantes están obligados a cursar una materia troncal y al menos una optativa (en Infantil y Primaria pueden llegar a ser dos) sobre uno de esos idiomas.

Quienes estudien ya por el plan nuevo (grados), sólo tienen las opciones de Infantil o Primaria y, en ambos casos, tendrán que superar asignaturas troncales de lengua extranjera para obtener el título.

Además, todos los universitarios tiene la opción de matricularse en asignaturas de libre elección relacionadas con algún idioma extranjero.