España es uno de los países consumidores de turismo sexual pederasta en todo el mundo, tal y como denuncia la coordinadora de derechos de la infancia de Save the Children, Liliana Orjuela, al tiempo que añade que hay destinos turísticos donde la legislación contra el turismo pederasta es más "relajada".

Según datos de la organización, citados por la revista Vida Nueva, hasta 40.000 españoles realizan cada año este tipo de viajes. En esta línea, el responsable de derechos de la infancia de Unicef España, Gabriel González-Bueno, señala que según la encuesta Actitud de la sociedad española ante la práctica de la explotación sexual infantil en los viajes, realizada junto a la Asociación Catalana por la Infancia Maltratada (ACIM) en 2006, el 10% de los 1.200 encuestados conocía a alguien que había viajado a un país "para tener relaciones sexuales con menores de edad".

Según un estudio reciente, sólo en Sudáfrica podría haber 28.000 y 30.000 menores de entre diez y los catorce años, "que podían estar inmersos en temas de explotación sexual".