España ocupa el lugar número veinte entre los países con mayor índice de desarrollo -calculado por la ONU en función de la esperanza de vida, la matriculación escolar, la alfabetización o los ingresos de las naciones- en un listado que encabezan Noruega, Australia y Nueva Zelanda. Naciones Unidas difundió ayer su informe anual sobre el desarrollo humano en el que habla de "progresos", pero también de "enormes desigualdades" dentro y entre países así como entre hombres y mujeres.

Con mejor índice que España se sitúan países como Japón, EEUU o Canadá y los europeos Irlanda, Holanda, Suecia, Alemania, Suiza, Francia, Finlandia, Bélgica o Dinamarca. El informe de la ONU revela que de los países analizados en las últimas décadas, tan sólo el Congo, Zambia y Zimbabue tienen menor desarrollo humano en la actualidad que en 1970. Además sostiene que las naciones que menos avanzan son las afectadas por la epidemia de sida en el África subsahariana o los de la ex Unión Soviética, dónde la tasa de mortalidad va en aumento y la esperanza de vida es ahora menor que en los 70.

Por el contrario, quienes más avanzan son los conocidos, según el estudio, por la "naturaleza milagrosa de su conocimiento" como China, Indonesia y Corea del Sur aunque también Nepal, Omán o Túnez, entre otros.

El estudio hace hincapié en las desigualdades existentes. "Por cada país que redujo su desigualdad en los últimos 30 años, más de dos la empeoraron", sostiene. Además, el informe revela que más de 1.750 millones de personas viven en pobreza multidimensional y deben privarse de recursos de salud o educación mientras que hay 1.440 millones que viven con menos de 1,25 dólares diarios.

El documento presentado en Nueva York por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, revela que España ha escalado una posición entre las economías más desarrollados entre 2005 y 2010.

Este año ha obtenido un índice de desarrollo humano del 0,863, mejor que países de su entorno como Italia (0.854) o Reino Unido (0.849). Desde una perspectiva histórica, España mantiene una tendencia al alza en los últimos 30 años en el IDH que le ha permitido reducir diferencias con otros países.