El Consejo de Ministros estudió ayer, en primera lectura, el anteproyecto de ley integral de igualdad de trato que pretende identificar las formas de discriminación, mejorar la cobertura legal a quien la sufre y sensibilizar a la ciudadanía para que sea más tolerante. Así lo anunció la ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Leire Pajín, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la que subrayó que con esta norma el Ejecutivo quiere "construir una sociedad que no humille a nadie" y que "no permita que nadie sea humillado". "Una sociedad donde sentirse seguro y, sobre todo, sentirse amparado por la ley", destacó la ministra.

El Ejecutivo quiere así "sacar a la luz" los problemas de discriminación de la sociedad española y ofrecer tratamiento político, jurídico y social adecuado a los mismos, según señaló Pajín.

La ministra afirmó que la ley tiene como objetivo completar el desarrollo del artículo 14 de la Constitución, que reconoce el derecho a no ser discriminado por nacimiento, origen racial o étnico, sexo, religión, opinión y que ahora también se garantiza el derecho a no serlo por edad, discapacidad, enfermedad o por orientación e identidad sexual. Asimismo, indicó que el anteproyecto incorpora por primera vez todas las definiciones en materia de discriminación que existen en la UE: por asociación, por error, por discriminación múltiple, por acoso discriminatorio, inducción o instrucción y por represalias.

Pajín señaló que España, con esta ley, que estaba incluida en el programa electoral del PSOE en las pasadas elecciones, se suma a otros países de la UE que ya tienen una legislación específica en esta materia y aclaró que no conlleva una reforma del Código Penal.

La ministra del ramo explicó que la norma permitirá "el disfrute en igualdad de oportunidades de los derechos que reconoce la Constitución". "Se trata de garantizar derechos, no de crearlos", insistió Pajín. Además, la ministra aseveró que el texto supone "un paso más basado en el reconocimiento de la diversidad de la ciudadanía como activo social", así como una apuesta de futuro para la convivencia y cohesión social. "Es un código activo de igualdad, de no discriminación en España para los próximos años", insistió Pajín, quien opinó que la igualdad de trato afecta a "una parte importante de la sociedad".