Juan Baltar Domínguez nació en Galicia. Cuando contaba con un mes de vida, emigró con su familia gallega al País Vasco donde años después crearía una empresa de construcción y, ahora, una de software (programas informáticos). Su producto estrella ya se vende en Reino Unido, México, Alemania, Francia, Italia, Irlanda y España. En tres semanas, dará el salto a Android -sistema diseñado para móviles- con una versión especial. Su nombre es Qyavoy y su objetivo es avisar vía teléfono móvil al conductor del problema que origina su coche mal aparcado y ya, de paso, librarse de una multa.

La empresa que lo promueve se localiza en La Rioja, IBD Software. Desde allí, Baltar Domínguez, socio único de la misma, explica que la idea es tener en cuenta las sugerencias recibidas en Facebook o la página web de la empresa (qyavoy.com) para ir introduciéndolas en el sistema. De esta manera, espera en breve que la aplicación avise al conductor del vehículo si su coche ha sufrido una ralladura, si tiene la puerta mal cerrada, si la alarma está sonando, si está siendo multado o si pierde, por ejemplo, agua, entre otras incidencias motoras.

Baltar Domínguez señala que la aplicación actual salió a la venta hace un mes y que, ahora, se encuentra en la fase de promoción. La previsión más inmediata es que en tres semanas esté lista la versión para el sistema Android, de manera que amplíe su cobertura en más móviles y así se gane en número de usuarios.

El funcionamiento de Qyavoy es sencillo. Una persona adscrita al sistema deja su coche en doble fila frente a una tienda donde le urge comprar o devolver algo, por ejemplo. En lugar de estar angustiada vigilando si debe mover el automóvil, el sistema le avisa de la alerta.

Otra persona que se encuentre en la misma zona y también tenga el sistema puede enviar un SMS (con un precio de 0,79 euros cada uno) al sistema. Este lo redirigirá al propietario del coche "preservando la identidad del emisor y destinatario". Únicamente un dato deberá ser introducido en el teléfono móvil para dar el aviso: la matrícula del coche. El sistema informático se encargará de realizar del resto.

En cuanto el propietario reciba el mensaje de que alguien quiere salir con su vehículo y su coche lo impide; este podrá acudir y moverlo sin que el afectado tenga que utilizar el desagradable claxon una y otra vez incrementando la contaminación acústica.

Baltar Domínguez aclara que el éxito del sistema dependerá del número de participantes. Cuánta más gente adquiera el sistema, mayor será la colaboración.