Ecuador vive una emergencia sanitaria por la muerte de al menos 22 personas y la intoxicación de más de un centenar en la última semana por ingerir alcohol adulterado, bebida que contenía metanol, según confirmó ayer el Ministerio de Salud. La situación ha obligado al Gobierno de Rafael Correa a implantar la ley seca y el estado de excepción en todo el territorio nacional.

El comandante de la Policía, Patricio Franco, aseguró ayer que ese cuerpo se ha incautado de 3.239 litros de alcohol no registrado a nivel nacional, la mayoría en la provincia de Los Ríos, donde se ha constatado la mayor parte de las víctimas. La Policía ha detenido por ahora solo a una persona, que presuntamente vendía licor adulterado y dio el nombre del distribuidor al que se lo compró, cuya pista siguen ahora los agentes, explicó a Efe una fuente de ese cuerpo que pidió no ser identificada.

El ministro de Seguridad, Homero Arellano, explicó ayer que la ley seca se aplicará en todo el país durante 72 horas y que el estado de excepción prevé la movilización de las Fuerzas Armadas y la Policía para controlar el cumplimiento de la ley seca y la incautación de alcohol que carezca de registro sanitario.