El Hospital Clínic de Barcelona ha aplicado con éxito en 32 casos una cirugía mínimamente invasiva pionera en el mundo que permite extraer riñones de donantes en vivo a través de la vagina, a la vez que ha importado de EEUU otra técnica para extirpar este órgano por el ombligo en los varones.

El jefe del servicio de Urología del Clínic, Antonio Alcaraz, explicó ayer en rueda de prensa que estas experiencias confirman la viabilidad de aplicar la cirugía a través del orificios naturales (conocida como Notes) y utilizada hasta ahora para extraer órganos tumorales, en la donación de riñones en vivo para trasplante, que en el caso de las extracciones transvaginales dejan únicamente dos pequeñas cicatrices de 10 y 5 milímetros.

Esta técnica de nefrectomía para trasplante supone un avance sobre la habitual cirugía laparoscópica -y evidentemente sobre la convencional cirugía abierta- ya que los dos cortes realizados quedan escondidos en el saco vaginal, con un mínimo dolor postoperatorio, una reducida estancia en el hospital de 2 o 3 días y sin secuelas en vida sexual y reproductiva de la mujer. "El resultado son unas pequeñas cicatrices por las que nadie diría que esa mujer ha donado un órgano para su hijo o su esposo", señaló Alcaraz, quien apuntó que así se evitan las cicatrices de mayor tamaño (hasta seis centímetros) de las intervenciones laparoscópicas.

Para atender a donantes varones, el Clínic ha importado de EEUU la técnica denominada nefroctromia de puerto único, que posibilita realizar una donación de riñón en vivo por medio del ombligo, una intervención que deja una pequeña cicatriz de unos cuatro centímetros que queda casi semiescondida bajo el propio ombligo. El pasado miércoles, en el Clínic, se practicó la quinta operación transumbilical para extraer un riñón, un órgano que mide 12x6x4 centímetros. Uno de los principales objetivos de este nuevo sistema es que el riñón donado esté con circulación el mayor tiempo posible, y se ha logrado que no supere los cinco minutos.