Por extraño que parezca, estamos en pleno otoño. Los termómetros llevan varios días rozando los 30 grados, una situación atípica en el inicio de la campaña de vacunación contra la gripe y el neumococo, que arrancó ayer en Galicia sin colapsos ni una importante afluencia de ciudadanos a los que las autoridades sanitarias recomiendan inmunizarse contra el virus. Se incluye entre la población diana a los mayores de 60 años, embarazadas, obesos mórbidos, enfermos crónicos y personal sanitario. Todos ellos disponen de siete semanas (hasta el 19 de noviembre) para inyectarse una de las 580.000 dosis antigripales que la Consellería de Sanidade distribuirá por toda Galicia (y también 30.000 antineumocócicas).

Además, los mayores de 75 años y quienes estén ingresados en una residencia se beneficiarán de una vacuna adyuvada, con mayor poder inmunógeno.

Por otra parte, deberán vacunarse también los grupos con posibilidad de transmitir la gripe a personas de alto riesgo, como los trabajadores de los centros sanitarios y sociales -en lo que la Consellería incide particularmente-, y los que desarrollan trabajos esenciales para la comunidad, como policías o bomberos; los trabajadores de explotaciones o mataderos de aves o cerdos y los viajeros internacionales.

Como novedad, este año se extenderá el registro de dosis administradas a todo el sistema sanitario público por vía informática a través del Ianus, mientras que la gestión de pedidos de las vacunas y material de la campaña se realizará a través de la web del Sergas.

Para participar en la campaña, la población diana deberá dirigirse a alguno de los 900 puntos de vacunación que estarán distribuidos por la geografía gallega, como centros de salud, hospitales y consultas privadas, residencias y centros de la tercera edad, unidades asistenciales de drogodependencias y centros penitenciarios, entre otros.

Para difundir la campaña, Sanidade distribuirá 2.600 instrucciones, 1.000 talonarios de registro y 3.400 carteles divulgativos. El departamento que dirige Pilar Farjas ha invertido 3,7 millones de euros, la mayor parte destinados a la compra y distribución de las 610.000 vacunas, de las que 580.000 serán gripales y 30.000, antineumocócicas.

Para recibir la vacuna, los usuarios deberán ponerse en contacto con su centro de vacunación o ambulatorio correspondiente, donde se les informará de los pasos a seguir.

La conselleira de Sanidade, Pilar Farjas, precisó ayer que no se prevé este año "un ciclo mayor de virulencia de gripe que otros años". Sin embargo, hizo un llamamiento para que los mayores de 60 años o los que tengan patologías crónicas, así como sus cuidadores, se vacunen.

Farjas recalcó que es "responsabilidad de todos" reducir la transmisión del virus y afirmó los "beneficios" de la vacunación para prevenir la gripe "y las complicaciones".

El sindicato de Enfermería (Satse) denunció las "graves carencias" de personal registradas en los centros de salud encargados de la campaña de vacunación de la gripe, que ayer se inició en nueve comunidades autónomas.

La plataforma alegó que las Consejerías de Salud han anunciado la necesidad de que la población se vacune pero "aún nadie ha dicho que todo el peso de la campaña recaerá sobre profesionales de enfermería sobrecargados y acuciados por la escasez de plantilla, provocada por los recortes acometidos por las diferentes administraciones".

Satse señaló, en un comunicado, que se ha hablado del dinero invertido en vacunas pero sin informar de que un año más los pacientes verán limitados los servicios que reciben en los centros de salud, ya que los profesionales de enfermería que los desarrollan "no podrán llevarlos a cabo debido a la falta de personal". Por ello, criticó la "máquina propagandística" de los distintos Servicios de Salud que ponen el énfasis en la necesidad de que la población de riesgo se vacune.