El 25% de los menores de 16 años vive bajo el umbral de la pobreza en España, una cifra que se agudiza en nueve puntos en el caso de los hijos de inmigrantes, según un informe presentado ayer por Unicef y la Fundació Pere Tarrés.

Los datos de la pobreza infantil severa alcanzan el 15,6% entre los niños extranjeros, mientras que la cifra se reduce al 6% en el caso de los menores autóctonos, según explicó una de las autoras del informe, Violeta Quiroga.

El informe, bajo el título Abriendo ventanas: infancia, adolescencia y familias inmigradas en situaciones de riesgo social, destaca la situación "extrema" que viven muchos pequeños de origen extranjero que ven como sus padres no pueden cubrir sus necesidades básicas y que van a la escuela sin desayunar y sin ducharse porque no tienen comida ni agua en casa.

"Reclamamos que la infancia sea una de las prioridades de la agenda política", avanzó el presidente de Unicef en Cataluña, Pablo Giménez-Salinas, que también denunció que los derechos básicos de los menores inmigrantes están en peligro debido a la crisis y los recortes.

De hecho, el informe pone de manifiesto los problemas que encuentran muchos inmigrantes a la hora de empadronar a sus hijos ya que muchos ayuntamientos "les ponen dificultades", según denunció Quiroga, que añadió que también hay extranjeros a quiénes se les retira la tarjeta sanitaria por falta de documentación.

Según destacó Quiroga, los niños nacidos en el extranjero tienen un 30% de fracaso escolar, algo que ha atribuido a "la incomprensión de las familias y los colegios" y que repercute más tarde en la perpetuación de la pobreza en la edad adulta debido a la baja calificación educativa. El ámbito escolar es precisamente uno de los temas que más preocupa a los autores del informe, pues estos niños que viven bajo el umbral de la pobreza no disponen de lugares de estudio adecuados ya que sus familias suelen vivir en habitaciones de pisos compartidos.