La Organización Internacional del Trabajo (OIT) alertó ayer de que la crisis está frenado el descenso que se estaba registrando respecto a la explotación infantil en el mundo y advierte de que el recorte en las políticas sociales tendrá "consecuencias irreparables" sobre la infancia. Con motivo de Día Mundial por la Erradicación del Trabajo Infantil, el director de la OIT para España, Joaquín Nieto, defendió que en situaciones de crisis es necesario "mantener robustos sistemas de protección social".

"El enfoque de austeridad y de recortes con el que se está abordando la crisis implica una reducción de los mecanismos de protección social y por tanto dejar más desatendidos a los más vulnerables, como la infancia", sostuvo.

En este sentido, destacó que la OIT ha alertado sobre la aplicación de estas políticas, "que además de no estar dando resultados económicos, está teniendo consecuencias sociales totalmente negativas". "Nosotros proponemos un cambio de políticas en general, que vayan más a la reactivación de la economía y a acabar con lo que hemos llamado la trampa de la austeridad o el bucle de la austeridad, del que es imposible salir", señaló.

Para el representante en España de este organismo internacional, "la combinación desempleo y debilitamiento de las políticas en gasto público, como educación, salud o atención a personas dependientes" está provocando "consecuencias irreparables" sobre la infancia.

La OIT, que sigue manteniendo el objetivo de erradicar completamente las peores formas de trabajo infantil en 2016, ha detectado que en los últimos años está aumentado la explotación infantil en niños de más de 15 años, con edad legal para trabajar en muchos países.

"Las estadísticas nos dicen que desde 2000 hasta 2008 se había conseguido reducir un 30% las peores formas de trabajo infantil en los niños menores de 15 años; después de 2008 se han estancado o incluso han aumentado", sobre todo en niños de 16 y 17 años.

Según el responsable de la OIT, "estas formas peligrosas de trabajo infantil" se producen sobre todo en sectores del campo y de la construcción. "Hay algunas alarmas que nos indican que podrían estar creciendo estas formas, como que ha aumentado el número de accidentes de trabajo en esa franja de edad", indicó. La organización plantea que se puede acabar con la explotación infantil, que afecta a 215 millones de niños en el mundo.