El magistrado del Tribunal Constitucional Andrés Ollero -designado para ser ponente en la sentencia sobre el recurso contra la ley de aborto del Gobierno socialista- ha salido al paso de las peticiones de desestimación por su condición de católico. Asegura que "sería un insulto" interpretar que por su condición de creyente fuera incapaz de encontrar argumentos racionales. Además, recuerda que él solo tiene un voto y la decisión se adopta por mayoría.