La Cannonball británica ha llegado a Barcelona después de haber circulado al límite de la velocidad desde Saint-Malo (norte de Francia). Cincuenta coches superpotentes de sus correspondientes millonarios británicos han pernoctado en nuestro país.

Las autoridades de tráfico de ambos países se mantienen alerta, ya que circulan incumpliendo los límites de velocidad permitidos. Los coches entraban con cuentagotas al Hotel Arts de Barcelona, donde diez de ellos serán expuestos a la entrada.

Hasta allí se acercaron cientos de seguidores de esta carrera y de los coches. La carrera, solo reservada a pilotos con un posición económica más que holgada, atravesó Francia, llegó a España, ha pasado la noche en Barcelona y este viernes partían rumbo a Mónaco.