La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, acudió el domingo al Hospital de La Princesa a ver a un amigo, en compañía de su yerno, Alejandro Agag. Y a la salida dio su firma, a título particular, contra el desmantelamiento de dicho centro sanitario público y, por tanto, contra los planes de la Comunidad de Madrid. Todos del PP, pero por lo visto con distintas opiniones. Agag también firmó, pero eso es colateral.

La firma, impulsada por el comité de personal del hospital, generó ayer todo tipo de comentarios y muchas suspicacias. ¿Sabía Ana Botella lo que estaba firmando? Lo "sabía perfectamente", según confirmaron por la tarde fuentes municipales madrileñas, que expresaron su sorpresa porque alguien quiera ver en esta acción un enfrentamiento político con la comunidad. La alcaldesa, añadieron, está "a favor" de la política sanitaria de la comunidad.

Sin embargo, el presidente madrileño, Ignacio González, apunta directo a Ana Botella cuando ayer afirmó, tras enterarse de la firma, que la alcaldesa "no se ha enterado de lo que está pasando" en el Hospital de La Princesa.

El Gobierno madrileño anunció el pasado 31 de octubre que el Hospital de La Princesa se transformará en un centro especializado en patologías de personas mayores de 75 años, lo que levantó las críticas de su personal, que permanece encerrado en el salón de actos del centro sanitario desde el 2 de noviembre.

El secretario general del Partido Socialista de Madrid, Tomás Gómez, ve en la firma de la alcaldesa un capítulo de la "guerra interna" del Partido Popular y "un intento de limpiar su imagen" por la tragedia del Madrid Arena.

El asunto cobró enseguida trascendencia, y la propia secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, hubo de salir al paso con una larga cambiada que no convenció a casi nadie. Cospedal aseguró que había hablado con Ana Botella, que el respaldo de la alcaldesa a la política sanitaria de la comunidad es "plena" y que la firma que realizó en el centro hay que interpretarla como un deseo de que el problema tenga pronta solución.

"La alcaldesa ha respaldado la política sanitaria y de reforma hospitalaria que está llevando a cabo la comunidad y ha tenido un gesto para que se llegue a la mejor solución para todas las partes implicadas", reiteró Dolores de Cospedal.

Pero los trabajadores de La Princesa no son los únicos sanitarios que protestan estos días por las medidas que planea tomar la Comunidad de Madrid. El personal de otros 13 centros planea encierros.