Unas 100.000 personas, según el alcalde Roma, asistieron ayer en la plaza de San Pedro al penúltimo Angelus dominical de Benedicto XVI como Papa, que "suplicó" a los fieles que recen por él y por el próximo Pontífice e invitó en este tiempo de Cuaresma a toda la Iglesia a la renovación.

Viva el Papa y Benedicto, Benedicto fueron los gritos de los fieles que, desde varias horas antes del mediodía, esperaban la aparición en la ventana de su apartamento del Santo Padre, quien presentaba buen aspecto físico, aunque el algunos momentos su tono de voz era bajo.

"Agradezco de corazón a todos su oración y afecto en estos días. Os suplico que continuéis rezando por mí y por el próximo Papa, así como por los ejercicios espirituales, que empezaré esta tarde junto a los miembros de la Curia Romana", afirmó en español.

El Pontífice hizo votos para que en este tiempo de Cuaresma la contemplación de la pasión, muerte y resurrección de Cristo ayude a los fieles a seguir más de cerca a Cristo, subrayó que la Cuaresma es tiempo de conversión y penitencia y que la Iglesia "llama a todos sus miembros a renovarse y a renegar del orgullo y del egoísmo y vivir en el amor".

Benedicto XVI exhortó a los fieles a no instrumentalizar a Dios para sus propios beneficios, "dando más importancia al éxito y a los bienes materiales" que a Él. "El tentador (el diablo) es un falso, no empuja directamente hacia el mal, sino hacia un falso bien, haciendo creer que lo que importa es el poder y lo que satisface las necesidades primarias. En ese contexto, Dios pasa a ser secundario, queda reducido a un medio y en definitiva pasar a ser irreal, no cuenta más y desaparece", manifestó.

Los presentes dedicaron una gran ovación que duró varios minutos al Papa, que ayer por la tarde se retiró de ejercicios espirituales con la Curia Romana hasta el próximo sábado. Los ejercicios espirituales se desarrollarán en la capilla Redemptoris Mater del Vaticano y las meditaciones correrán a cargo del cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Consejo Pontificio para la Familia.

Ravasi, de 70 años, es el promotor del Patio de los Gentiles para impulsar el diálogo con los no creyentes y está considerado un papable, es decir, con posibilidades de ser elegido sucesor de Benedicto XVI. El ministro de Cultura del Vaticano ya fue llamado en 2007 por Benedicto XVI para que escribiera las meditaciones del Vía Crucis del Viernes Santo.

Estos dos encargos papales, que asocian a Ravasi con Ratzinger, han propiciado que observadores vaticanos consideren que es "un punto" más que gana el cardenal a la vista de los otros purpurados a la hora de elegir Pontífice el próximo mes de marzo. Aunque no se puede comparar, esos mismos observadores señalan que Juan Pablo II encargó las meditaciones de su último Vía Crucis, en 2005, al por entonces cardenal Joseph Ratzinger, hoy Benedicto XVI.

También recuerdan que en 1976, Pablo VI llamó al por entonces cardenal Karol Wojtyla para que predicara los ejercicios espirituales de ese años. Dos años después, Wotjyla fue elegido Papa (Juan Pablo II), tras la muerte de Juan Pablo I.

Por su parte, el cardenal Angelo Sodano, decano del Colegio Cardenalicio, asegura que se están viviendo "horas oscuras", pero está convencido que la Iglesia católica "saldrá adelante", según una entrevista publicada en la jornada de ayer en el diario Il Messaggero.