Cuatro días después de comenzar las reuniones preparatorias del cónclave que elegirá al sucesor de Benedicto XVI, los cardenales siguen sin fijar la fecha, mientras continúa la preparación de la Capilla Sixtina y se ha retirado el gran escudo del Papa emérito de los Jardines Vaticanos.

Ayer, los cardenales celebraron dos nuevas reuniones, una por la mañana y otra por la tarde. A esta última se incorporó el último purpurado elector que faltaba en Roma, el vietnamita Jean Baptiste Pham Minh Man, que llegó a primera hora de la tarde local a la capital italiana y se dirigió directamente al Vaticano.

Con su llegada, ya están presentes los 115 cardenales electores, es decir, los que al tener menos de 80 años podrán entrar en la Capilla Sixtina para elegir al próximo Papa, según establece la normativa de la Iglesia.

El cardenal decano, Angelo Sodano, ya precisó en la carta en la que les llamaba al cónclave -enviada tras entrar la Iglesia en Sede Vacante, el 28 de febrero pasado- que este se fijaría cuando estuvieran todos los purpurados en el Vaticano. No se descarta que hoy, en la séptima congregación general, puedan fijar la fecha del que será el segundo cónclave del tercer milenio.

El portavoz vaticano, Federico Lombardi, señaló que en las dos reuniones celebradas ayer, en la que intervinieron 16 cardenales en cada una de ellas, no se adoptaron decisiones al respecto. Lombardi reiteró que los cardenales "no tienen prisa" por fijar la fecha de inicio del cónclave, se están tomando su tiempo y prefieren prepararlo de manera "seria y en profundidad" antes que convocarlo precipitadamente.

Según observadores vaticanos, numerosos cardenales no italianos, sobre todo los estadounidenses, quieren conocer en profundidad qué hay de verdad en el escándalo Vatileaks (la publicación de documentos que desvelaron intrigas y enfrentamientos en la curia vaticana, dominada sobre todo por italianos) antes de entrar en la Capilla Sixtina.

Otros cardenales, de acuerdo con esas fuentes, desearían por el contrario comenzar lo antes posible, ante la eventualidad de que estos días puedan estallar nuevos escándalos de abusos o de supuesta corrupción que echen fango sobre los prelados. Algunos purpurados, como el alemán Walter Kasper, afirmaron que antes de entrar en el cónclave es necesario que se conozcan más entre ellos, ya que muchos nunca se han visto.

Lombardi manifestó ayer que "es obvio" que en estos días de reuniones los cardenales quisieren saber el funcionamiento de la curia y están interesados en conocer el Vatileaks.