Los casos de agresiones a profesionales sanitarios en la comunidad gallega descendieron un 32% en el último año y de los 188 registrados, un 74% correspondieron a episodios de violencia verbal o gestual y un 26% a violencia física, según informó ayer la Xunta con motivo de la constitución del Observatorio de Violencia Laboral, creado en 2010, y que funcionará como un órgano colegiado que servirá de foro de diálogo entre la administración, los sindicatos, los profesionales y otros colectivos sociales.