El papa Francisco proclamó ayer los primeros santos de su pontificado, 802 -la monja colombiana Laura Montoya, la mexicana Guadalupe García Zavala y 800 mártires italianos asesinados en 1480 a manos de los otomanos- en una ceremonia en la que dijo que la indiferencia corroe las comunidades cristianas y denunció el "aburguesamiento" de muchos cristianos.