Fue la noche del teatro, en concreto del español, y de Mario Gas. Ni partían de favoritos -seis candidaturas frente a las 16 de Miguel del Arco- ni tenían muchas esperanzas pero materializaron cada una de ellas en una ceremonia llena de optimismo e ironía reivindicadora y vacía de autoridades.

Antonio Onetti, presidente de la Fundación Autor de la SGAE, organizadora de los premios, subrayó desde el escenario que a la ceremonia no habían asistido ni el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, que el año pasado la presidió, ni el secretario de Estado de Cultura, José María Lasalle.

La gala, dos horas y cuarto de espectáculo dirigido por Yolanda García Serrano, se celebró en las Naves del teatro Español en Matadero, presentada por Alex O'Dogherty junto al grupo La Bizarrería. Follies, la adaptación del musical de Steve Sondheim que fue la despedida de Gas como director del Teatro Español tras 8 años al frente, se lllevó los premios de mejor director de escena (Gas), director musical (Pep Pladellorens), figurinista (Antonio Belart), actriz de reparto (Asunción Balaguer), actor protagonista (Carlos Hipólito) y espectáculo musical (Teatro Español).

Miguel del Arco, que en las dos anteriores ediciones había sido el máximo ganador con La función por hacer y Veraneantes, era de nuevo el favorito ya que sumaba 16 candidaturas por tres obras: De ratones y hombres (12), Juicio a una zorra (3) y El inspector (1), pero se tuvo que conformar con los de escenografía (Eduardo Moreno) y mejor iluminación (Juanjo Llorens), ambos por la primera.

De ratones y hombres era, además, la obra que optaba a más premios, seguida por En la luna, de Alfredo Sanzol, con 8 nominaciones, y el montaje de Helena Pimenta sobre el clásico de Calderón La vida es sueño, con 6, de los que solo se ha llevado el de mejor adaptación (Juan Mayorga), y las tres pugnaban por el premio a Mejor Espectáculo de Teatro.

Ha sido La luna, que competía por 8, la que se ha llevado, tras Follies, más manzanas: a mejor autor en castellano (Sanzol), mejor actor de reparto (Juan Codina), y, el más importante, el de mejor espectáculo de teatro (Teatro de la Abadía y Teatre Lliure). Portillo era candidata por su papel de Segismundo en La vida es sueño a Mejor Actriz junto Carmen Machi, por Juicio a una zorra y a Amparo Baró, por Agosto, el título de despedida de Gerardo Vera al frente del Centro Dramático Nacional (CDN). Si Sanzol se llevó el premio a mejor autor en castellano; en catalán han sido Marta Buchaca, Carol López, Mercé Sarrias y Victoria Szpunberg; en euskera, Patxo Tellería, y en gallego, Eduardo Alonso.

Otra ganadora de la noche fue la bailarina y coreógrafa Teresa Nieto, que consiguió con su Tacita a tacita cuatro Max: mejor coreografía, mejor intérprete femenina de danza, mejor intérprete masculino de danza (Manuel Liñán) y mejor espectáculo de danza.

Ana Diosdado, que el día 21 cumplirá 75 años, señaló al recibir el Max de Honor que "sí se puede" que siempre se ha podido, que las artes escénicas son "la más sagrada de las ceremonias" y que hay que defenderlas "con el coraje, entrega y honor de los músicos del Titanic".

Marta Torres, directora de la compañía Teatro de Malta, ganadora del Max al mejor Espectáculo Infantil por Alegría, palabras de Gloria Fuertes, subrayó provocando las risas del auditorio que lo querían compartir con el ministro Cristóbal Montoro, "que es un tío muy salao que va a bajar el IVA al 4%" y con la presidenta de su comunidad, Dolores de Cospedal, porque "quitó de un plumazo" en esa región todas las subvenciones a la cultura.