El papa Francisco pidió ayer a los fieles que recen para que los obispos y sacerdotes no cedan a la tentación del dinero y la vanidad, sino que estén al servicio del Pueblo de Dios "y sean pastores y no lobos rapaces". El Pontífice hizo estas manifestaciones durante la misa que celebró en la capilla de la residencia de Santa Marta, donde se aloja, en la que afirmó que los obispos y los curas están "para custodiar, edificar y defender el pueblo".

"Un obispo y un sacerdote no lo son para ellos mismos, sino para el pueblo. Están a su servicio", reiteró.