Considerado el alma lírica de Irlanda, el poeta y dramaturgo Seamus Heaney, ganador del premio Nobel de Literatura en 1995 y doctor honoris causa por la Universidade da Coruña (UDC) en 2000, murió ayer a los 74 años tras una corta enfermedad. Su familia confirmó el fallecimiento del escritor sin concretar cuál fue la dolencia que acabó con su vida en un hospital de Dublín, ciudad en la que residía desde 1976.

Con Heaney se va la figura más destacada de la poesía irlandesa desde William Butler Yates (1865-1939). Ambos autores comparten el haber recibido el premio más prestigioso de su profesión y el hecho de que su reputación e influencia fuera más allá de los círculos literarios. Autor de diez libros de poesía (Death of a Naturalist y Field Work, entre ellos) y una Antología Poética, Heaney también se dedicó a escribir ensayos (The Government of the Tongue) y una pieza teatral (The cure at Troy). Su obra cumbre, North (1975), es una alusión a la guerra de resistencia católica por la ocupación británica de Irlanda del Norte.

Nacido el 3 de abril de 1939 en una granja cercana a la localidad de Derry, en Irlanda del Norte, fue el primero de los ocho hijos de una familia católica dedicada a la agricultura. Su abuelo y su padre heredaron de sus antepasados una pala para cavar la tierra, un instrumento que él cambió por la pluma desde sus años de universitario. "Pero no tengo pala para seguir a hombres como ellos/ Entre mi índice y mi pulgar/ la corpulenta pluma descansa/ Cavaré con ella", manifestaba en uno de sus poemas más célebres, Digging (1966).

Tras destacar como un alumno brillante en el Bachillerato, decidió sumergirse en las letras y estudió literatura inglesa en la Queen's University de Belfast, universidad a la que volvería en 1966 como profesor.

Sus trabajos iniciales, publicados en 1962 bajo el seudónimo Incertus, ya reflejaban su ideología nacionalista contraria al dominio británico de Irlanda del Norte, postura que siempre mantuvo dentro y fuera de su obra, si bien criticó en ocasiones el derrotismo de los católicos irlandeses. En sus versos se respiraba el ambiente rural de Irlanda del Norte y la vida campesina en la que Heaney se había criado, derivando posteriormente a una visión más completa del hombre, de la posesión y la desposesión.

El 5 de octubre de 1995 recibió el Premio Nobel de Literatura por su "obra literaria de belleza lírica y profundidad ética, que exalta los milagros de cada día y el pasado vivido".

La Universidade da Coruña también quiso premiar su trayectoria y le nombró doctor honoris causa en el año 2000 debido a "sus valiosísimas aportaciones a las letras irlandesas contemporáneas y, por ende, a su contribución de gran trascendencia para un mayor conocimiento de la experiencia humana universal".

Durante el acto de investidura, el 28 de junio de 2000, Heaney no solo confesó la vinculación que desde pequeño tenía con Galicia sino que el autor irlandés mostró su preocupación por el fenómeno de la globalización que nos invade, el actual mundo "donde todos los lugares están en el centro de la red" aunque se mostraba esperanzado de que lo local, las culturas minoritarias sean "indomables" y tengan un futuro garantizado. El acto de investidura, celebrado en el Paraninfo de la UDC, finalizó con la actuación de los gaiteros Carlos Núñez y Liam O'Flynn.

Desde la UDC mostraron ayer su pesar por el fallecimiento del poeta. Por su parte, el Gobierno irlandés alabó a Heaney no solo por su trabajo como escritor sino también por su labor para promocionar su país natal.