La saga creada por el dibujante de tebeos Mark Millar sigue su curso. Regresan Kick Ass (Taylor-Johnson) y Hit Girl (Grace Moretz) para enfrentarse a su enemigo, Chris D'Amico (Mintz-Plasse), rebautizado por decisión propia (y verraca) como The Motherfucker. Pero la vuelta también está marcada por el paso de la serie por una etapa necesaria dentro del género al que trata de diseccionar: el momento en el que aparecen los grupos de superhéroes. Si la misión de Millar era trasladar al mundo real a los héroes de los cómics, convertidos en esta adaptación en una plaga de vigilantes (neofascistas) solitarios, parece lógico que se tocase la formación de grupos por parte de estos inadaptados.

Con el mismo tono que la anterior entrega (un pastiche muy interesante que bordeaba la comedia, la acción y el drama paternofilial), en esta continuación se muestra una evolución narrativa necesaria. Desde la eclosión de los grupos de superhéroes (formados aquí por padres desesperados, exmafiosos o freaks) hasta la creación de un comando de supervillanos que la policía no es capaz de detener, todo cuadra en el mundo de Kick-Ass 2, incluso la iniciación socio-emocio-afectiva de nuestra durísima superheroína infantil, Hit Girl. Nos permitimos, también, que el supervillano adolescente lo sea no por su especial habilidad para nada sino por su gran cantidad de dinero heredado. Marxismo de cómic.

Mientras todo lo que queda en las manos de Millar parece que funciona (incluido el dotar de tono a esta secuela), no resulta de igual manera al valorar las responsabilidades del cineasta Jeff Wadlow. Uno echa de menos muchísimo más riesgo formal y, por eso, escenas que podrían ser resueltas con agilidad, brío y talento (como esa lucha final, como esa traición mafiosa al guardaespaldas del villano), aquí se ruedan con una monotonía y con una falta de inteligencia que da la sensación de pedir a un director muchísimo más despierto.

De todos modos, el trasfondo (unos quijotes que se inundan de unos personajes y se enfrentan al mundo real) es tan potente y tiene escenas tan dignas (cualquiera de las de Jim Carrey o esa batalla final) que acaba sosteniéndose. Da pena, repetimos, de que el realizador de la anterior entrega, Matthew Vaughan, no se haya encargado de esta y le haya dado más vida.

'Kick Ass 2'

Jeff Wadlow. Intérpretes: Aaron Taylor-Johnson, Chlöe Grace Moretz