La Comisión Europea ha dado por buenos los últimos cambios ofrecidos por el gigante informático Google para atender a las preocupaciones de Bruselas por un posible abuso de posición dominante en el mercado de los buscadores de internet, si bien someterá este principio de acuerdo a la opinión de los principales competidores antes de decidir si cierra la investigación. Si Google incumple lo acordado se enfrenta a una multa equivalente al 10% de su facturación anual.

Entre los principales cambios propuestos por Google es asegurar que los servicios de al menos tres de sus competidores aparecerán de manera "clara" y en condiciones de igualdad que sus propios servicios en búsquedas, por ejemplo, de hoteles, restaurantes o vuelos. "Creo que la nueva propuesta de Google, tras largas y difíciles negociaciones, responde ahora a las preocupaciones de la Comisión Europea", señaló ayer el vicepresidente del Ejecutivo comunitario y responsable de Competencia, Joaquín Almunia, quien recordó que en los tres años que han durado las negociaciones rechazaron dos ofertas previas de acuerdo y que habían ofrecido a Google la oportunidad de una "última" propuesta.

Sobre las modificaciones, Almunia señala que "no es lógico" pedir a Google que trate a sus competidores "exactamente igual" que a sus propios servicios, sino que el objetivo es asegurar que "no hay un trato que desvíe la búsqueda de sus competidores hacia Google de manera abusiva" y que son visibles para cualquier usuario.

Aunque el acuerdo no será sometido a un test de mercado, tal y como exigían los competidores, sí será sometido a la consulta de los 18 denunciantes, que recibirán una carta explicando los cambios y la razones de por qué Bruselas ve una "base sólida" en las garantías ofrecidas por Google, explicó el comisario. Este proceso puede llevar "meses", según Almunia, que evitó aclarar el calendario. Los compromisos, además, serán examinados por una auditoría independiente, durante cinco años y sobre todo el espacio económico europeo.

Junto al compromiso de mostrar en igualdad de condiciones a otros competidores, Google no podrá obligar a firmar contratos de exclusividad con los editores en los acuerdos para publicidad y deberá aceptar que las páginas web rechacen que sus contenidos aparezcan en las búsquedas de Google.

En cualquier caso, y pese a los "argumentos muy sólidos" obtenidos por el gigante informático, Almunia aseguró que revisaría su juicio si recibe opiniones contrarias "claras y de peso" de los denunciantes.

Tras conocerse el principio de acuerdo para eludir una multimillonaria multa por abuso de posición dominante, Google expresó su confianza en que los "cambios significativos" que adoptará en su manera de operar en Europa resuelvan los problemas detectados por Bruselas.

Los editores europeos englobados en la Asociación de Periódicos Europea y la Asociación de Revistas Europeas advierten del "efecto devastador" que tendría para la prensa y el resto de sectores creativos el acuerdo de Google y la CE. Dicen que "no impedirá el mantenimiento abusivo de la promoción de los propios servicios de Google, sino que precisamente consagra la legalización de este favoritismo".