Víctimas de la supuesta trama de bebés robados en España reclamaron ayer al papa Francisco que imponga la pena de excomunión a los religiosos implicados en las sustracciones que tuvieron lugar durante la dictadura franquista y extienda a su caso la exigencia de responsabilidades que la ONU ha solicitado para casos de pederastia.

La portavoz de la Plataforma de Afectados de Clínicas de toda España en la causa de los niños robados, Mar Soriano, explicó ayer el deseo de que el Vaticano se implique en la resolución de este drama y no encubra a quienes participaron o silenciaron estos actos. "No podemos por menos que sentirnos en un estado absoluto de desamparo", advirtió Soriano, tras tener noticia de que la Comisión sobre los Derechos del Niño de la ONU exige retirar del sacerdocio a los curas denunciados por abusos sexuales contra menores pero no se haya pronunciado en el mismo sentido sobre quienes cometieron robos de bebés.

La plataforma ha dirigido una carta al papa Francisco en colaboración con una antigua monja de la congregación de las Hijas de la Caridad, a la que pertenecía sor María Valbuena, imputada por el caso de los bebés robados. La misiva explica que tiene como objetivo "acercarle el tema de los niños robados en España" y solicita la "ayuda" de la Iglesia católica.