Los gallegos pagan de su bolsillo 13,5 millones más de euros al año por las medicinas desde que se implantaron las medidas de copago farmacéutico. En los tres últimos ejercicios, desde 2011, la aportación de cada usuario a la hora de adquirir los medicamentos ha crecido en al menos cuatro puntos porcentuales en cada uno de los ejercicios, de modo que el coste anual medio para cada gallego, además de lo que aportaba anteriormente, fue de cinco euros.

En la evolución del gasto público farmacéutico también se refleja la entrada en vigor del aumento del pago por parte de los usuarios a partir de 2011. Si en 2006 en Galicia el gasto farmacéutico era de 781,1 millones de euros, esta cantidad destinada por la administración autonómica al pago de las facturas de farmacia no paró de crecer hasta 2010, alcanzado el punto máximo de gasto, con 931,3 millones. A partir de ese momento se percibe el descenso de la curva de la partida pública, hasta los 692,7 millones en 2013. También en el ámbito nacional la cuantía bajó de los 12.505,7 millones de 2009 a 9.183,2 de 2013.

La disminución del gasto público en medicamentos también se refleja en las estadísticas por habitante, tanto en el ámbito nacional como autonómico, según los datos del Ministerio de Sanidad y de Adefarma, analizados por expertos en Economía Aplicada del Máster en Información Técnica del Medicamento de la Universidad de Vigo. Si las arcas públicas destinaron 340,1 euros en 2010 para las medicinas de cada gallego en 2013 esta cantidad bajó a 256,6 euros. En el ámbito estatal la bajada fue de 265,4 a 194,9 euros. "Como los tratamientos son cada vez más caros y aumenta el número de años de vida de la población, al recortarse el gasto público en medicamentos, son los usuarios del sistema los que pagan un sobrecoste", explica el economista Alberto Vaquero, de la Universidad de Vigo, quien apunta que la estimación de la aportación de los usuarios en 2013, con los datos oficiales disponibles en la actualidad, estaría entre el 10% y el 12%. "Los pensionistas son los mayores demandantes de productos farmacéuticos y ellos padecen una de las subidas más significativas", añade el director adjunto del máster.

A partir de 2010 empezaron las medidas para recortar la factura farmacéutica pública, como las rebajas en los precios de referencia de los medicamentos y la ampliación de la prescripción de genéricos, lo que supuso un primer escalón para la disminución del balance de costes públicos. Además, las normativas aplicadas por el Gobierno afectaron tanto a pensionistas como a personal activo, al obligar a un mayor desembolso. Por primera vez los jubilados empezaron a pagar una parte de las recetas (el 10%) y a los trabajadores se les amplió el tramo de pago, de un 40% a entre un 40% y un 60% en función de sus ingresos. Por otra parte, el llamado medicamentazo supuso la exclusión del sistema de financiación pública de 400 fármacos, lo que significó para el ciudadano de a pie empezar a pagarlos.

Con la reducción de los precios de las medicinas, que afectó también a la facturación del sector farmacéutico con caídas de hasta el 40%, y la mayor aportación de los usuarios, se explica el descenso iniciado en 2011 por el gasto público en botica. "Según el INE, en España en 2010 habrá alrededor de 52 millones de habitantes, diez millones más que en 2010. De esta cifra, casi la tercera parte tendrá más de 65 años y un 15% más de 80 millones. De este modo, la previsión es que el gasto sanitario en España pase del 5,5% del PIB en 2009 al 7,2% en 2060", cuenta Vaquero, quien añade que el Gobierno central ha decidido actuar teniendo en cuenta la proyección con varias medidas que contribuyan a la sostenibilidad del sistema.

El desarrollo de nuevas tecnologías médicas "generan la necesidad de mayores recursos y se encarecen los tratamientos", indica Vaquero. Desde el Máster del Medicamento añaden que el informe de la comisión de expertos fiscales encargado por el Gobierno "recomienda ampliar la capacidad normativa de las comunidades autónomas en relación a la capacidad de fijar copagos en servicios públicos".

En el gasto público medio por receta en Galicia también se percibe una caída en más de tres euros desde 2009, pasando de los 14,6 euros en 2009 a 11,5 euros en 2013. En el conjunto nacional esta bajada pasó de 12,8 a 10,7 en el mismo periodo, de manera que en la media estatal el sistema destinaba y destina menos dinero por prescripción a cada ciudadano, de media entre el conjunto de comunidades. En Galicia afecta a este balance el elevado número de ciudadanos mayores de 65 años, superior al de otras autonomías por el envejecimiento de la población.

Si se observa la evolución anual, desde 2006 hasta 2010 el gasto por receta se mantuvo en algo más de 14 euros. Es en 2011 cuando se percibe la primera bajada, con 12,4 euros, y en 2012 los datos de Farmacia del Ministerio de Sanidad sitúan la cuantía por prescripción en 11,5 euros.