La directora general del Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades del Ministerio de Sanidad, Carmen Plaza, reconoció ayer que en 2003 el Ministerio de Sanidad no le dio a Ángeles González, una mujer víctima de violencia de género, "la protección que hubiese podido prevenir la dramática muerte" de su hija Andrea, de 7 años, que fue asesinada por su padre durante un régimen de visitas.

Plaza, que calificó de "lamentable" la muerte de la menor, reivindicó como el resto de personas del Gobierno que ayer hablaron de este tema que España ha avanzado desde entonces "notablemente" en la normativa de lucha contra la violencia de género, con una Ley Integral contra la Violencia de Género de 2004, promovida por el Gobierno socialista, gracias a la cual "España es un referente en la lucha contra esta lacra". "Este es un caso lamentable, dramático, que ocurrió en 2003 y, desde entonces hemos seguido avanzando y ha habido un compromiso total, absoluto y decidido del Gobierno contra la violencia de género", señaló.