El periplo y los esfuerzos económicos de una madre gallega para que su hijo, con problemas de crecimiento, reciba el tratamiento que el Sergas le denegó hasta en tres ocasiones podrían tener los días contados gracias a la mediación de los Reyes.

Rocío Cabanelas aprovechó la visita de don Felipe y Letizia hace unas semanas al colegio Ben Cho Sey de Ourense para entregarles una carta en la que relataba la historia de su hijo. Ayer recibió una respuesta desde Casa Real, mismo día en el que también recibió una llamada del Sergas para comunicarle que su hijo Ismael tiene cita el próximo viernes con el endocrino en el Hospital Clínico de Santiago.

"Los Reyes explican en su carta que remitieron el tema a las consellerías de Sanidade y Benestar. Está claro que es más efectiva la casa real que una petición propia", señala Rocío Cabanelas.

Esta madre gallega relata que su hijo tiene déficit de la hormona de crecimiento y que la doctora que le trata "llevó el tema al comité médico de la Consellería para que se autorizase a suministrarle el tratamiento correspondiente, pero fracasó después de tres intentos". "Entonces decidimos pagar nosotros esta medicación", indica esta gallega, quien relata que al estar ella en paro, sin la ayuda del padre del menor, y en un hogar donde los únicos ingresos eran los del abuelo, decidió acudir a internet para dar a conocer su caso y buscar la solidaridad de la gente.

Hace dos meses comenzó a recibir el tratamiento, supervisado por un médico de una clínica privada de Teo (A Coruña), y con un coste de 500 euros al mes que, según según Cabanelas, se sufraga con la ayuda "de todo el mundo", desde los vecinos de Bentraces „ parroquia en donde viven„ hasta las donaciones anónimas en una cuenta bancaria.