La miniserie "Códice", rodada en el interior de la Catedral de Compostela, vive su puesta de largo con la expectación que se cierne sobre la historia del hurto del "Códice Calixtino", una joya literaria luego localizada en el garaje de un electricista que había trabajado en el templo.

"Señoras y señores, prepárense para ver el mayor espectáculo del mundo" es una de las expresiones que se han escuchado en el día del estreno de esta producción audiovisual que recrea, sin lugar a dudas, el robo del siglo, y un gran golpe para la Iglesia católica y la cultura internacional.

El atípico robo fue versionado musicalmente por el polifacético Paco Lodeiro, que compuso "Calixto"; tuvo luego su incursión en el mundo de la literatura, y la trama llega ahora a las pantallas de la mano del director Jorge Cassinello y con el sello de TVG y Ficción Producciones.

Este relato, que profundiza en la vida cotidiana del ladrón confeso, el electricista Manuel Fernández Castiñeiras, interpretado por Miguel de Lira, muestra a un hombre aparentemente sencillo y religioso, normal y algo ausente, muy vinculado a la Catedral de Compostela, donde desempeña obras de mantenimiento.

Perceptivo e inteligente, con una gran capacidad de análisis y síntesis, es una persona proclive a acumular tiempo, dinero, espacio e información, lo que le proporciona un gran sentimiento de control e independencia.

Cassinello, en una conversación con Efe, incide en la "ilusión" por sacar a la luz "un largo trabajo" y ver la reacción de la gente.

Profundizar en la historia de todos los personajes, junto con la investigación policial y la periodística, además de en las relaciones familiares, es una de las bases de esta narración que tiene un componente "Colombo" muy particular, ya que el objetivo, tras saber quién es el autor del robo, consistía en indagar en "el porqué y el para qué".

No obstante, a pesar de todo el humor y misterio que rodean a este suceso, presentes en los dos capítulos de esta miniserie, Cassinello observa que el trabajo está hecho "con mucho respeto, coherencia y autenticidad", ya que, además de ser un producto audiovisual cuyo objetivo es entretener, hay una historia real con "personas reales".

En este intento de humanización destaca Antonio Durán, Morris, que interpreta al otrora deán José María Díaz, al que intenta despojar "de la sotana eclesiástica" para mostrar su lado más humano, a pesar de que aún queden innumerables interrogantes a los que cada espectador puede dar su propia respuesta.

Por ello, no se juega "a buenos y malos", sino a la complicidad de las relaciones, apartándose de la "imaginería" real para que no influya en esta versión particular.

La conocida actriz María Castro, que interpreta a la periodista Natalia, afirma que este trabajo permitirá al espectador conocer nuevos datos, ya que, a pesar de los ofrecidos por la prensa, en esta miniserie la historia adopta forma de cuento.

"Yo entendí la historia cuando leí el guión", reconoce entre risas esta protagonista de series tan exitosas como "Sin tetas no hay paraíso".

Y en "Códice", Galicia sigue presumiendo de dos jueces "trinchera", el real, José Antonio Vázquez Taín, quien instruyó la causa abierta por el robo del Códice, y el magistrado Casal, que interpreta el humorista Carlos Blanco, quien explica a Efe que tiene "poquísimo miedo escénico y muchísima confianza" en el trabajo hecho.

"Creo que hemos acertado y dado en la diana", profundiza Blanco con el humor que lo caracteriza y recuerda que "Códice" recrea las disputas internas, las perturbaciones del electricista y "toda la atmósfera en su conjunto", la cual está explicada "con inteligencia y calma" por un elenco de actores de gran nivel.

El humorista cree que Fernández Castiñeiras, el exdeán (José María Díaz) y el juez Vázquez Taín no quitarán el ojo de la pantalla para comprobar cómo se trata a sus personajes.

A pesar de que el secretismo reina en cuanto al final de esta miniserie, Blanco se atreve a descubrir que "no hay veredicto", ya que se trata de un producto cerrado que, a pesar de dejar al "espectador con hambre", se basa en la realidad, un procedimiento en el que aún no ha habido vista oral.

Desde que esta historia empezó a conmocionar a la sociedad en el verano de 2011, cuando medios de comunicación de todo el mundo se hacían eco de esta increíble y extraña desaparición, los enigmas y el misterio continúan rodeando este caso.

El 19 de enero de 2015 es la fecha elegida para que empiecen a desvelarse misterios con la celebración del juicio de este caso, en el que el único imputado es el electricista Manuel Fernández Castiñeiras, quien confesó la apropiación indebida de un documento que guardó en su garaje.