La casta Lomana. Con todos los respetos, yerran los tiros los inspectores de Hacienda rebuscando en la declaración de Monedero. Es en el roscón de Reyes de Carmen Lomana donde deberían hurgar. Si lo hizo, fue allí donde, en sentido figurado, se cortó la coleta. Y no será porque no se veía venir. La celebridad parece haberse propuesto ser musa política, cual vedette, y si el bipartidismo se le resiste se pasa a los otros. Las pijas de su barrio no la entienden. Le han jurado por Snoopy que no vuelven a pisar con sus manolos una fiesta donde ella esté invitada porque la vieron en la manifestación podemista. El pueblo tampoco la comprende. "¡Que se vaya la casta!", la recibieron. La envió Vasile, de reportera de calle, bueno, de salón (¿la fichará La Tuerka?). Allí vio la luz. Se desahoga en las redes: padre, confieso que voté a Felipe en el 82; padre, confieso que luego abracé la fe pepera. ¿Qué tendrá que ver que sea millonaria con enterarme de lo que pasa en mi país?, se pregunta. Además, aunque no se lo crean las de Serrano, el ideario de Podemos encaja con ella a la perfección. "Sus ideas no las sabe nadie porque se contradicen bastante", asegura. Y, sobre todo, "me gustan los tíos tipo intelectual". Boheme chic.

Faltas de ortografía. La noticia no es que Belén Esteban escriba con faltas de ortografía. Como la gente de barrio, diría ella. Al fin y al cabo, es así como ha llegado a cobrar más dinero que veremos ustedes y yo en la vida, más que un presidente del Gobierno se llegó a decir. Esta al menos usó un teclado. Peor lo tiene Kiko Rivera que se infiltró las erratas en la piel. La noticia es que ABC haya enviado la misiva de la mujer a un catedrático de Lengua para que la corrija. Del sesudo análisis se desprende: Uno, que la chica escribe como habla; dos, que pasa de la h porque no se pronuncia; tres, que atenta contra la tilde y cuatro, que no sabe lo que quiere decir exactamente. Vamos, que el catedrático no ha visto en su vida Sálvame. En lo que deberían enfrascarse los sabios es en Mariló Montero, en su teoría del limón o su convencimiento de que Charlot era Groucho Marx. En vez de pasar palabra...

Baños de asiento. Le llamarán Mugworth V-Steam en Hollywood, chai-yok porque es coreano o spa vaginal. Pero no es otra cosa que los baños de asiento de toda la vida aunque con chorro de vapor, la materia en estado gaseoso, una variación de los vahos de eucalipto por diferente vía, el vicks vaporoub del bajo vientre. Dice Gwyneth Paltrow que deja el útero como los chorros del oro. La belleza está en el interior. Las abuelas te advertían antes de salir de casa de que llevaras la muda limpia y aseada, porque nunca se sabía. Los expertos se han soliviantado porque el chorro limpia tanto que barre las bacterias buenas. Yo también recelo de Gwyneth y los coreanos. El agua lleva artemisa, la diosa griega, y los baños se toman en minitrono. Y la realeza no desciende a los bajos fondos. Que yo sepa.

El vecino inglés. Ya le llaman lady Chabelita, lady Chi, más en la órbita de lady Bi que de lady Di. Lady Bi, la habrán echado en el olvido quizás, es Bienvenida Pérez, la valenciana que se metió a matahari aficionada -y oxigenada- en London y terminó vaciando los floreros de nuestros platós más burunganderos. Queda de ella algún recuerdo, un grupo de Facebook Modernos que se van a Londres y vuelven hablando como Bienvenida Pérez, por ejemplo. Lady Chi es la hija de Isabel Pantoja, está allí, en la Gran Bretaña, con novio, hijo y nanny. Y, mientras su madre mora en diez metros cuadrados enrejados, ella se ha instalado en Notting Hill, como Julia Roberts. Tiene de vecino a Jamie Dornan, el de 50 sombras de Grey. Bien a mano, para perfeccionar idiomas.

Burundanga Burundanga. Su nombre real es escopolamina y se obtiene de un arbusto. Se ha detectado su uso actual para robar y abusar pero ya se utilizaba hace más de treinta siglos en brujería. Resultaba útil para envenenamientos, conspiraciones o pócimas de amor. Por eso ha hecho acto de presencia en el plató de Mujeres y Hombres y Viceversa. La rocambolesca historia reza así: la tronista expulsa a uno de sus pretendientes tras recibir el soplo (confidencia, lo llaman allí presuntuosamente) de que había retozado con otra. El muchacho dijo no recordar nada de la noche en cuestión y salió por aquello de que algo me echarían en la copa. No coló, pero el repudiado, en defensa de su honor, regresó blandiendo unos análisis: restos de burundanga en sangre y orina. La burundanga, bien lo saben las brujas y quizá tronistas, pretendientas y demás, anula la voluntad. Emma García se puso seria, una cosa es presentar MYHYV y otra jugar con sustancias peligrosas. Lo malo es que, cuando ya se pedía la intervención de las fuerzas de seguridad y la pretendida podía readmitir al inocente, alguien dejó caer que se le había visto con una tercera la semana anterior y una cuarta la anterior a la anterior. Así que Emma pudo volver a lo suyo.