Prendas inspiradas en la moda londinense que tanto sirven para el día a día como para un evento social y con un denominador común: calidad a precio razonable. Esta fue la propuesta para el próximo otoño-invierno que el diseñador gallego Roberto Verino presentó ayer en la segunda jornada de la Mercedes Benz Fashion Week de Madrid.

"Se trata de dar una vuelta de tuerca más y ofrecer prendas atractivas que perduren en el tiempo, que se puedan sacar una y otra vez sin que se pasen de moda", señala el modisto gallego. Una filosofía que también aplica a sus clientas internacionales, que vienen de vacaciones a España y "también invierten en ropa de calidad a mitad de precio que una marca de lujo", cuenta, y asegura que su objetivo es que sus clientes "no gasten en moda, sino que inviertan".

Sobre la pasarela se vio una colección inspirada en Londres, "ciudad en la que convive la tradición y la modernidad", y así se vieron prendas artesanales con cuadros escoceses combinadas con modernas faldas plateadas. "Todo es posible siempre que exista coherencia", argumenta Verino, que apuesta por tonos marrones, verdes, azules y grises para confeccionar vestidos rectos a la rodilla, pantalones ajustados, gabardinas, amplios chaquetones tipo batín y estolas de zorro. En esta ocasión, Verino hizo hincapié en la fantasía para componer una pieza de noche que a priori parece un vestido, pero en realidad es un monoesmoquin.

Justo antes que el ourensano, Juan Duyos fue el encargado de inaugurar la segunda jornada de la antigua Cibeles. El modisto consiguió sorprender al público con una colección ochentera que respira libertad y hedonismo. Duyos recuerda que en esos años, en los que no había tantas boutiques, la mujer se hacía ella misma la ropa "para imponer su personalidad y carácter". Esa idea, la traduce en la pasarela con una colección trabajada en distintas texturas y tejidos bordados con lentejuelas de canto en lugar de planas.

Por su parte, Andrés Sardá apostó por una colección que intenta satisfacer las necesidades de una mujer que se implica en su trabajo, se vuelca con su familia y no renuncia a su momento de ocio. Para esa mujer moderna y luchadora, Sardá propone unas piezas de encaje en tonos verdes, fucsia, morado, naranja y verde salpicadas con motivos florales y otras estampadas con cuadros escoceses rojos y negros.

Hannibal Laguna presentó una colección que repasa diferentes épocas de la cultura española y Etxeberría apostó por una colección de prendas en las que la sastrería vuelve a estar en el centro del desarrollo.