La Consellería de Sanidade asegura que durante el verano nunca se quedan escasos de camas los hospitales, dado que los ingresos descienden sensiblemente. De hecho, la Xunta asegura que la ocupación media en los centros del Sergas en los últimos cinco años -entre 2010 y 2014- nunca superó el 76,8%, por lo que aún cerrando 1.015 camas en verano se dispone de un amplio margen de maniobra, ya que el 86,12% de las plazas están operativas. Habría, por tanto, casi diez puntos de cobertura por encima de las necesidades medias.

El Gobierno gallego sostiene que el "recurso-cama" no es lo que determina el grado de eficiencia del sistema sanitario y que por cerrar plazas durante el verano no diminuyó la calidad, ni menguó la capacidad resolutiva ni tampoco se presentaron más reclamaciones por parte de los usuarios.

Por su parte, la Junta de Personal de A Coruña y el sindicato de enfermería Satse ven "injustificable" el cierre de camas en verano.

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