Elevados niveles de envejecimiento, aumento de pacientes crónicos, incremento del número de dependientes, escasa tasa de fecundidad... La crisis demográfica es una de las prioridades del Gobierno gallego que reconoce que, de momento, las medidas de apoyo a la conciliación de la vida laboral y familiar son "insuficientes", sobre todo en el ámbito privado. Por esta razón, la Xunta incluye en su Plan Estratégico medidas genéricas para fomentar la natalidad como el incremento de los servicios de apoyo a las familias, sensibilizar a la ciudadanía de la importancia de la familia y su incidencia en el estado de bienestar o establecer mecanismos de apoyo a la paternidad y la maternidad.

El objetivo es alcanzar la tasa de recambio generacional de 2,1 hijos por mujer (ahora mismo se sitúa en 1,1).