Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte en países del primer mundo, incluso por delante de los accidentes de circulación o el cáncer. Se han establecido "factores de riesgo cardiovascular" coadyuvantes en la aparición de ciertas enfermedades graves como la angina de pecho, el infarto de miocardio, la insuficiencia cardiaca o la hemorragia cerebral. Consulta a tu médico y sigue sus indicaciones.

Los principales factores de riesgo son el tabaquismo, la hipertensión y un elevado índice de colesterol en nuestra sangre. También influyen los antecedentes familiares, el sedentarismo, la diabetes, la obesidad, el alcoholismo, etc., todos ellos (salvo la herencia) modificables. En tus manos está prevenirlos; es sencillo:

-Dejar de fumar ya.

-Controlar la tensión arterial. Es imprescindible y muy sencillo. La Organización Mundial de la Salud considera que existe hipertensión arterial cuando tres medidas distintas realizadas en reposo y en condiciones adecuadas superan los valores 140/90.

-Vigilar el colesterol. Debes hacer los análisis que el médico considere oportuno y cumplir a rajatabla sus instrucciones: hacer dieta, tomar fármacos, caminar, hacer deporte, etc.

-Comentar al médico tus antecedentes familiares. Deben formar parte de tu historia clínica y le ayudarán a tomar decisiones relacionadas con tu propia salud.

-Olvidar el sedentarismo. Busca un hueco para caminar, andar en bicicleta, nadar, etc. Debes hacerlo todos los días, moderadamente y sin esforzarte excesivamente el fin de semana y colgar los tenis el resto del tiempo.

-Medir la glucosa en sangre para evitar la diabetes.

-Perder peso. Debes conocer el peso adecuado a tu altura, medir el contorno del abdomen, etc. Haz una dieta adecuada, reduce las grasas que consumes, vuelve a las comidas tradicionales, aumenta el consumo de frutas y verduras, etc.

-Dejar el alcohol.

-Evitar automedicarse. Hay fármacos que adquieren fama (a veces inmerecida) y nos inclinamos por consumirlos. TODOS los medicamentos tienen ventajas e inconvenientes, por lo que sólo pueden ser prescritos y pautados por el especialista. Lo mismo sucede con los productos naturales que no pueden ser consumidos alegremente.

-Vivir tranquilos. Es difícil, pero hemos de plantearnos que no todo es tan grave, urgente, apremiante, imprescindible? como creemos. El estrés mantenido es muy dañino y afecta a todo el organismo. Coméntaselo a tu médico de familia y él te indicará qué hacer.

A nivel dietético se recomienda:

-Reducir el consumo de sal y no superar los 4-6 gr/día. No es imprescindible eliminarla completamente de la dieta, pero sí disminuir la cantidad añadida a los alimentos. Todos coinciden en excluir de la dieta alimentos como embutidos, conservas, alimentos precocinados, quesos, etc., cuyo contenido en sal es muy elevado.

Puedes sustituir el salero por especias como el orégano y la albahaca que dan muy buen sabor a los platos y favorecen la eliminación de agua.

-Utilizar ajos en el menú, pues se considera que participan en la reducción de los niveles de colesterol, triglicéridos y tensión arterial. No hay que excederse en su consumo porque provoca diarreas y trastornos estomacales, además del conocido y denostado mal olor del aliento.

-Aumentar el consumo de alimentos ricos en potasio: frutos secos, legumbres, chocolate, pescado, carne, cereales, etc.

-Aprovechar la característica del calcio como protector incorporando alimentos ricos en este elemento como espinacas, cebolla, judías, brócoli, garbanzos, nueces, etc.

-Incrementar la cantidad de agua ingerida para favorecer la diuresis y reducir la sobrecarga en el riñón. Elige agua mineral con bajo contenido en sodio.

Menú para tu corazón: cualquier dieta debe ser pautada por un especialista (nutricionista) al que puedes acudir para comer de manera adecuada a la situación que te toca vivir. De manera general, te recomendamos:

-Desayuno: zumo de 2 naranjas, café con leche o té y 2 tostadas de pan integral con mermelada.

-Media mañana: café o infusión y un plátano.

-Comida: ensalada mixta y pasta cocida con tomate, orégano, albahaca y atún natural.

-Merienda: yogur desnatado con tres nueces y tostada de pan integral con jamón serrano bajo en sal.

-Cena: brécol cocido con patata y aceite de oliva y una manzana.

Ante cualquier duda, ve al médico, único profesional capacitado para decidir cuál es tu estado de salud y los pasos a seguir para mantenerte bien. Los que ya han padecido alguna patología relacionada con el corazón deben seguir las órdenes de su médico y acudir a urgencias ante cualquier síntoma.