La idea de las autoridades de Rotterdam de obligar a las mujeres con adicciones graves o trastornos psiquiátricos a utilizar métodos anticonceptivos ha sido muy criticada en Holanda, especialmente entre la comunidad médica, que no la considera ética, ni cree que se pueda llevar a la práctica. La propuesta del concejal de Juventud y Educación de la ciudad holandesa, Hugo de Jonge, del partido democristiano CDA, es recurrir a la medida en el caso de las mujeres que las autoridades consideren "incapaces" de criar a sus hijos en unas "condiciones mínimas". En particular, afectaría a mujeres toxicómanas, sin domicilio fijo, prostitutas o con problemas psiquiátricos.

El precursor de esta iniciativa sostiene que esta solución "nunca sería irreversible", por lo que "no se trataría de una esterilización" y que siempre tendría que ser impuesta por un juez.