La mano derecha. Ocultismos, neopaganías, logias y otros credos deambulan por el camino de la mano derecha. Está, al otro lado, el de la mano izquierda. Y luego Aramís, que es más de poner las dos, haciendo cazo, por lo que pueda caer dentro. Para los cartesianos, la regla de la mano derecha es un método que determina direcciones vectoriales. En la práctica, en el día a día, viene a ser el manual de instrucciones básicas del sacacorchos: gira en el sentido de las agujas del reloj y tira. Una filosofía que, por otra parte, puede hacerse extensiva a casi todos los aspectos de la vida. Pero cuando mano derecha va precedida de determinantes (por ejemplo, "la" mano derecha) estamos hablando de una "persona muy útil a otra como auxiliar o colaborador". Es el sentido que se le da a dicha extremidad, habitualmente, en política. No hay líder o dirigente que se precie sin su mano derecha correspondiente. La izquierda (figuradamente hablando) por lo visto es más superflua, o prescindible. Aida Nízar ha largado en un reality que anduvo en tratos (no esotéricos, ni matemáticos ni domésticos precisamente) con una mano derecha. Presidencial. Marianista. No de María, de Mariano.

Pares. Dice un periodista canadiense que lo de Angelina Jolie y Brad Pitt -una ruptura aún más traumática que la de Belén Esteban y su representante Toño, una despedida más dolorosa que la de Bogart e Ingrid Bergman en el aeropuerto de Casablanca, más enconada que la de Feliciano y Alba- podría ser una farsa. Según el documental La increíble historia de los Brangelina, que tira a amarillento (para qué nos vamos a engañar) los tortolitos llevaban tiempo separados y son unos estrategas. Deberíamos estar curados de espanto. Despertar de una vez de este sueño. Pero qué quieren. Somos unos románticos. Nos cuestionaron, una y otra vez, la boda de Sara Montiel y el cubano, el noviazgo de Marujita y el otro cubano, el compromiso de Karina y aquel muchacho, lo de Bárbara... Y sin embargo creemos. A pies juntillas.

Miami. La vida en Miami es la vida mejor. Pero sale por un pico. Se lamenta Colate, el ex de la chica dorada. Que se lo digan a Víctor Sandoval, que tuvo que volverse a España. Por las arañas y por la ruina. Por el tren de vida que tenía que llevar, el pobre, para tener contento a Nachopolo (pronúnciese así, todo junto, sin solución de continuidad). Lo cantaba en Nachopolízate, ese hit: "Tú también puedes tener visa oro como él, guccis, fendis y vuittons y también vestir de dior, viaja en business in the world, on the beach and on the floor, are the same around the world, gasta todo sin control". Víctor lo hacía todo por Polo. Nicolás, por su hijo. Lo mismo que Ana Obregón, que también cruzó y volvió. Para resucitar Ana y los 7. Sin caer en la cuenta de que le habían crecido. Los niños.

Cumpleaños feliz. Ehhhhh... ¿Hay alguien ahí? Soy yo, superKiko. Los focos, a mi persona. No, ésa no, esa es la madre que me parió. Pero yo soy igual de famoso, o más. ¡Aquí, estoy aquí! Cumplo años. Hoy es mi día, mi gran día. ¡Aquí, aquí! Chabelita no, Kiko, Kiko... ¿Pero dónde diablos se han metido los paparazzi? Sí, eso es, Francisco Rivera... pero ése no, el torero no, Kiko, Kiko Rivera... ¿Quién llama, Irene, churri? ¿Es de la tele? ¿Alguna revista? ¿Te has arreglado para el posado? Miren que cumplo 33, la edad de Cristo, y eso vale más. Happy Birthday to me, happy birthday to me... Como yo me canto, nadie me cantará, como yo me cantooooo... Pues ahora me planto una peluca pantojil. A ver si así... ¿Ni con esas?

Clones. Lo que faltaba. ¿Pues no me cogen a Leticia, a Leticia Sabater, a Leti, y me la transmutan en Makoke? ¿Pues no van las modernillas de las estilistas de esa otra nueva sucursal de Sálvame (y van...) y les quitan (a una primero, a la otra después) la melena oxigenada y el canalillo que eran sus señas de identidad? Vasile se ha especializado en la producción de clones en cadena. Ya perpetraron la transformación de Aramís Fuster en Concha Velasco (sic). La clonación, siempre que no la lleve a cabo personal debidamente preparado en un espacio autorizado, entraña esos riesgos. Y deja un reguero de daños y víctimas colaterales. La cantante experimental (¿o no es experimental lo suyo, o cuanto menos ecléctico?) no ha negado nunca una cierta fijación con los Matamoros (I, o el bueno, imaginen el otro.) Dijo que su señora esposa siempre ha ido tres o cuatro pasos por delante de ella, o por detrás, quitándole los novios. Y se permitió añadir "Seguro que Kiko se comería la salchipapa que yo le diera, pero al final se casaría con Makoke". Dicho y hecho. Hubo boda. Y Leti, a dos velas. O velos. De esos de color. Para el pelo.