"Fuera de usos oficiales, en español se recomienda usar la forma tradicional española del topónimo, que es Sanjenjo". Con este tuit, publicado el martes, la Real Academia Española (RAE) revolucionaba las redes resucitando un antiguo debate que se creía cerrado sobre la toponimia oficial de Sanxenxo. Aunque el tuit -que además incluía una flagrante falta de ortografía al señalar "Sanjenjo" y no "Sangenjo"- desapareció a las pocas horas de la cuenta de la RAE, la polémica ya estaba servida.

La reacción de los internautas no tardó en llegar y a las críticas se sumaron también representantes de las instituciones y entidades gallegas que, consultados por este diario, mostraron su "indignación" ante el "insulto" y "falta de respeto" de la Academia Española al "recomendar" el uso de una forma distinta a la oficial. La RAE, suprimido el tuit con la falta ortográfica, se reafirmaba ayer en lo dicho la jornada anterior. "En textos oficiales es preceptivo utilizar las formas oficialmente aprobadas. Fuera de ese ámbito, es legítimo y recomendable el uso de las formas tradicionales castellanas cuando se habla o escribe en español", insistió.

La Real Academia Galega se limitó a hacer una declaración aséptica al respecto recordando que "Sanxenxo es un topónimo gallego y la única forma oficial gallega reconocida según la legislación vigente. La RAG, como institución con competencia sobre el idioma gallego y su uso solo reconoce esa forma". Más allá fue la Deputación de Pontevedra, cuyo diputado de Cultura e Lingua, Xosé Leal calificó lo ocurrido de "escandaloso" y firmó un comunicado remarcando que "lo de Sanxenxo no es una cuestión de grafía ni de adaptación grafonológica, es una cuestión de respeto hacia el idioma y hacia los fundamentos de la propia RAE, que es la primera institución que debe regirse por los usos oficiales de un topónimo, sea del lugar del Estado que sea". Además, consideró que la Xunta debería solicitar una rectificación formal de la RAE.

La Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria, de la que depende la Secretaría Xeral de Normalización Lingüística, delegó la respuesta oficial en la Comisión de Toponimia, un ente asesor y consultivo. Uno de sus coordinadores, Gonzalo Navaza, escritor y estudioso de la toponimia, también lamentó la "falta de respeto" de la "recomendación" de la RAE. "Tienen toda la razón legal de su lado porque no se puede obligar a nadie a pronunciar la forma correcta de un topónimo pero me sorprende que lo recomienden. En nuestra opinión es una falta de respeto por la cultura y la realidad plurilingüística del Estado. Es sorprendente esta política de recomendar que tiene que ver con la ley del más fuerte, no con una cuestión propiamente lingüística o política", recalcó Navaza. "Sangenjo", recuerda, no es una traducción del término -que sería San Ginés- sino una deturpación de la palabra original en la que se eliminan los trazos gallegos.

Más conciliador se mostró el alcalde de Sanxenxo, el popular Telmo Martín, quien advirtió que "no le doy importancia a que se hable de Sanxenxo o Sangenjo, lo importante es que se hable de nosotros". El regidor sí recordó que el uso oficial es Sanxenxo y que él lo emplea en los actos públicos pero que "la gente de fuera dice Sangenjo".

"Lo que ocurre con Sanxenxo me tiene horrorizada. Parece mentira que lleguemos hasta aquí. Sangenjo no existe y muestra una falta de desconocimiento gravísimo. Además es irrespetuoso con la ley de toponimia y creo que la función de la RAE no es esa, está fuera de lugar en un estado plurinacional y plurilingüista. Deberían pedir disculpas y retractarse", aseveró la escritora Ledicia Costas.

El director general de Xerais, el lingüista Fran Alonso, también alude a la "falta de respeto" de la Academia Española y precisa que "aunque todas las lenguas adaptan los topónimos, dentro del contexto español no es necesario. Que se respeten los topónimos es un reconocimiento a la entidad cultural, a una realidad social que va más allá de lo puramente filológico", remarcó. También incidió en la realidad plurilingüística del Estado y recordó que "las instituciones son las primeras que tienen que ser especialmente cuidadosas".

El director general de la editorial Galaxia, Francisco Castro, reaccionó ayer en las redes sociales ante la referencia a Sangenjo, habitual por otra parte, realizada por Mariano Rajoy. "M. Rajoy dijo ayer que hace 40 años él pegaba carteles en Sangenjo. ¿Dónde queda eso? Pensé yo que conocía Galicia pero eso no sé donde es", tuiteó Castro, que calificó de "gravísimo" que la RAE "recomiende decir el nombre de los topónimos en la forma española". "Desde una institución pretendidamente científica ese ejercicio de falta de respeto y desconocimiento de las leyes es insultante y muy grave para los gallegos", dijo. Sorprendido también se mostró Xosé Luis Méndez Ferrín, quien lamentó que la de los topónimos "es una lucha muy larga y culminó en una victoria, se resolvió civilizadamente en una ley gallega que tiene rango de ley para toda España", recordó.

La RAE en Twitter justificó el uso de Sangenjo a través de tuits con fragmentos de la obra de Emilia Pardo Bazán que incluyen Sangenjo pero también Orense o Rianjo (recuerda que esta es la grafía en castellano).

A Coruña también tuvo su particular polémica con el topónimo, en este caso, con el uso o no de la versión castellana y con "L". De hecho, en 2004, el entonces alcalde Francisco Vázquez aprobó en pleno una moción para que "La Coruña" fuese "a todos los efectos" el nombre oficial en castellano de la ciudad, algo que no fue posible ya que no era legal puesto que el topónimo oficial es en lengua gallega.

La ley de toponimia gallega se publicó en el Boletin Oficial del Estado el 14 xullo de 1983, pero algunas localidades aún tardaron en adaptarse. Cuatro años después Ponteareas aun conservaba su nombre en español. "En los archivos diocesanos, desde 1507, consta Puenteareas", defendía el entonces regidor, Pepe Castro. Algo similar ocurría con Tuy, donde también se acudía a los archivos de la diócesis para defender la "y".