Patricia Aguilar fue localizada en una zona selvática de Perú. Llevaba desaparecida desde 2017 y la Policía la encontró a más de 600 kilómetros de Lima, cerca de una zona de narcotraficantes. Según manifestó ayer su padre Alberto Aguilar, que se desplazó a Perú para buscar a Patricia, la joven fue víctima de un "rapto psicológico" por parte del peruano Félix Manrique, líder del grupo Gnosis.

En declaraciones a los periodistas en Lima, Aguilar relató que su hija fue captada a través de internet por Manrique, quien manejaba teorías políticas en la red y formó la secta Gnosis en Perú.

A varios kilómetros de donde se hallaba Patricia, fue apresado Manrique junto a otras dos mujeres, una de ellas embarazada de ocho meses, "muy delgadas y con signos de violencia", informó la portavoz de la familia, Noelia Bru. El director de la división policial de Trata de Personas, coronel Antonio Capa, declaró que las tres mujeres presentan "un alto grado de desnutrición" y ya son atendidas por el Ministerio Público y el ministerio de la Mujer.

Aguilar dijo haber visto a su hija "bastante mal y delgada", acompañada de una bebé de un mes que se presupone que es la hija que ha tenido con Manrique.

El padre añadió que quiere regresar a España con su hija, pero que si ella no lo desea "ya veremos la forma de que lo haga".

Manrique hacía llamar a las mujeres que captaba como sus "esposas". Tuvo tres hijos con una de ellas, otro con una conviviente y la hija con la joven de Elche. El príncipe Gurdjeff será investigado por el presunto delito de trata de personas, cargo que fue denunciado por el padre y los familiares de otras mujeres de la secta tras su detención.

El grupo de Gnosis se autodefine como una escuela científica de "iniciación a la vida" y que impartiría conocimientos de ciencia, arte, mística y filosofía, según su página web. La secta en Perú tiene más de cincuenta sedes en el territorio nacional.

A Manrique se le daba un carácter de divinidad, ya que tienen un carácter de iglesia "invisible de Jesucristo" y diferente al resto.

Este tipo de sectas se aprovechan de la debilidad, del sufrimiento y de la ignorancia humana; teniendo como consigna "la disolución del ego" y consiguiendo así la dependencia emocional. Es decir, pertenecer a Gnosis significa un profundo sacrificio personal.

La propia Patricia se presentó en varios medios de comunicación donde afirmó que se encontraba junto a Manrique por su propia voluntad.