La bollería industrial, las bebidas gaseosas „incluida las lights„, los cereales azucarados, las sopas de verduras deshidratadas, los derivados cárnicos o embutidos son alimentos ultraprocesados cuyo abuso está asociado a un mayor riesgo de padecer enfermedad cardiovascular, cáncer y muerte prematura. En concreto, consumir más de cuatro raciones diarias se asocia con un aumento del 62% en el riesgo de mortalidad por todas las causas analizadas (cáncer, cardiopatías y otras enfermedades).

Esta es la principal conclusión de sendos estudios, uno de ellos con datos españoles, que se publican en la British Medical Journal y en los que sus autores piden urgentemente políticas que limiten su ingesta para evitar problemas de salud.

Estos alimentos son formulaciones industriales elaboradas a partir de ingredientes refinados (azúcar, almidones, aceites vegetales, sal) o sintetizados (grasas trans, proteína hidrolizada, aditivos), y no contienen ningún alimento entero reconocible.

Tras este estudio el siguiente paso será, a través de ensayos clínicos, analizar cómo se produce en concreto ese daño a la salud y averiguar si cambia el microbioma intestinal por el consumo de estos alimentos.