La Asociación Galega de Pediatría de Atención Primaria denuncia que los profesionales se encuentran "desbordados" ante el aumento de tareas a realizar vinculadas al Covid-19 y al dispararse las consultas para resolver dudas de los padres desde que los niños volvieron a clase. "Hay un absoluto colapso y el curso solo acaba de comenzar. El número de consultas ha crecido exponencialmente y aunque de momento las hemos podido absorber, esta carga de trabajo es inasumible", denuncia la presidenta de esta entidad y pediatra en el centro de salud Casa del Mar de A Coruña, Amparo Rodríguez.

A la falta de profesionales para cubrir todas las vacantes de pediatría -el sector lleva años reclamando que se amplíen las plazas MIR en esta especialidad- se suma ahora el aumento de tareas por la pandemia. El repunte de trabajo, aseguran, ya se notó en verano. "Apenas se sustituyó a los profesionales estos meses y la actividad aumentó porque tras el confinamiento se recuperaron programas de salud infantil, revisiones o vacunas que habían quedado suspendidas", explica Rodríguez, quien indica que septiembre siempre es un mes con más actividad "porque comienzan los procesos respiratorios en los niños" y este año "se han cumplido los peores presagios". "Había estudios que decían que con las mascarillas igual había menor incidencia pero no, hemos empezado fuerte y ya hemos visto mucha tos, fiebre, laringitis...", indica esta pediatra.

El sector denuncia que a esta actividad habitual -el pasar consulta a niños que se encuentran mal (reconocen que pese a que una parte sigue haciéndose por teléfono hay problemas que deben verse de manera presencial)- se suman las revisiones y vacunas aplazadas que ya se están reprogramando y ahora también las consultas para descartar o no que un niño tiene Covid, para resolver dudas de los padres, la gestión de pruebas PCR así como la petición de las familias de que les den un certificado que acredite que su hijo no puedo acudir al centro escolar. "Hay pediatras que tienen que atender entre 27 y 30 pacientes al día. Es inasumible encargarnos de resolver dudas, hacer PCR y seguir con nuestra labor de pediatras en consulta, vacunando y realizando los programas de salud habituales", resalta.

Por ello, desde la Asociación han enviado un escrito a la Xunta en el que proponen una serie de medidas para aligerar la carga de trabajo de estos profesionales y así poder ofrecer una asistencia de calidad a los pacientes. Los pediatras gallegos exigen "unos criterios claros sobre cuándo hay que solicitar una PCR", además sugieren que el Sergas encargue a unos equipos específicos la solicitud de estos test, la resolución de dudas sobre Covid a los padres y el seguimiento de posibles casos de coronavirus. "Además también reclamamos aclarar el tema de los certificados porque a los pediatras no nos corresponde decidir si un niño puede o no puede ir al colegio pero vienen muchos padres que quieren un certificado del estado de salud del niño porque se lo solicitan en el centro escolar y esto supone una sobrecarga de trabajo añadido para nosotros. Ir o no al colegio es una responsabilidad de los padres", sostiene.

Pese a que las reclamaciones son para el conjunto de Galicia ya que la saturación es generalizada, Amparo Rodríguez agradece que en el caso de la gerencia coruñesa ya hayan tenido una reunión con ellos "y se han comprometido a tomar medidas". "Se van a poner en contacto con directores de colegios y sé que se están moviendo para ver si podemos solucionar esto", indica Rodríguez, quien también valora que en A Coruña los resultados de las PCR se conozcan en 24 horas mientras "en Madrid tardan siete días en poder hacerla y otros siete en saber si es positivo".

Una de las principales causas de que se dispare la demanda de atención en las consultas de Pediatría tiene que ver con los protocolos de seguridad antiCovid marcados en la vuelta al cole. Si un niño tiene fiebre por encima de 37 grados, tos, dolor abdominal o realiza varias deposiciones sueltas en un solo día, el protocolo establece que no deberán acudir al centro escolar. En la práctica esto se traduce en decenas de padres que alarmados llaman al pediatra o acuden a Urgencias para descartar que su hijo tenga coronavirus. Pese a que reconoce que los protocolos son adecuados y no es ella quien tiene que marcar cuando hay que consultar con el médico - "eso es algo que deben decidir las autoridades sanitarias"-, Amparo Rodríguez pide a las familias "tranquilidad" y "sentido común". "Si un niño tiene 37,2 de fiebre hay que aislarlo, es decir, no llevarlo al colegio pero ¿realmente es necesario ir al médico? Lo normal será estar en casa y si vemos que en un par de días esa fiebre no pasa, se llama. Ante síntomas comunes como un resfriado leve, una diarrea de una sola deposición lo que hay que hacer es ver la evolución de los síntomas antes de ir al médico", indica esta pediatra.