Si usted se pusiese malo y pudiese elegir entre ingresar en el hospital o recibir la misma atención médica y de enfermería en su casa, ¿qué escogería? Es muy probable que su respuesta sea la segunda opción: quedarse en su habitación o en el sofá de su salón, rodeado de sus seres queridos, con su baño, su tele, sus libros, todas sus cosas... antes que pasar varias noches en la cama de un centro sanitario. Máxime en una situación como la actual, en plena pandemia de SARS-CoV-2 y con la incidencia acumulada de contagios y los ingresos en el hospital en plena escalada.

La irrupción de la Covid, el pasado mes de marzo, puso patas arriba el edificio principal del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac), donde se concentra la atención a los pacientes con coronavirus más graves, pero no afectó al funcionamiento de su Unidad de Hospitalización a Domicilio (HADO), la más antigua de Galicia, que desde el inicio de la pandemia ha mantenido su actividad, visitando a enfermos crónicos complejos, y sobre todo a paliativos, en sus casas. Ofreciéndoles cuidados de rango hospitalario al calor de su hogar.

"En hospitalización a domicilio atendemos a todo tipo de pacientes. Desde enfermos agudos que precisan terapia con antibióticos o curas posquirúrgicas, a paliativos, que requieren mucha dedicación, porque aparte de controlar sus síntomas físicos, (dolor, disnea, etc.), hay que hacer con ellos y sus familias una labor de acompañamiento en una situación muy complicada", explica Leticia Hermida, médico del equipo HADO del Chuac, quien especifica que, durante el confinamiento domiciliario de la pasada primavera, la atención a este último tipo de pacientes fue la que centró más su labor. "Nosotros somos un servicio a demanda, es decir, nos derivan a los enfermos de otras áreas del hospital, como las Urgencias. Al paralizarse toda la actividad asistencial, sí que notamos un descenso de actividad al principio, y la mayoría de los pacientes que nos llegaban estaban ya muy malitos. Durante ese primer periodo, tuvimos bastantes paliativos, y en esa situación tan estresante de confinamiento, fuimos testigos de momentos angustiosos. A veces los cuidadores no tenían sitios de respiro donde evadirse un poco, los enfermos que todavía se movían no podían salir a caminar por las inmediaciones de sus casas, y tampoco podían ver a otros familiares ni despedirse de ellos como querían... Se generaron dinámicas totalmente distintas, y nuestra labor fue importante para ayudar a gestionar todo eso", señala.

La Unidad HADO del Chuac no ha estado realizando el seguimiento de los pacientes con Covid que se recuperan en sus domicilios. De esa labor se encargan los médicos de Atención Primaria. Sin embargo, la dirección médica del área sanitaria de A Coruña y Cee tiró de la experiencia de estos profesionales para poner en marcha su equipo Covid-residencias, cuyo coordinador es un veterano de HADO, Fernando Lamelo. "El conocimiento que tenemos los profesionales de HADO sobre lo que se puede hacer y lo que no en un domicilio o en las residencias sociosanitarias -donde también entramos con frecuencia- determinó, en parte, que se pusiese al doctor Lamelo al frente de ese dispositivo", apunta la doctora Hermida, y añade: "El resto de compañeros de HADO hemos podido ver a algún paciente con Covid sin saber que era positivo o en situaciones así, pero no hemos estado en la brecha porque en nuestra área se organizó de esta manera".

El equipo HADO del Chuac está operativo todos los días del año, incluidos los festivos. Cada uno de sus profesionales -médicos y enfermeras- tiene a su cargo "entre ocho y diez pacientes", indica Leticia Hermida. "Intentamos no sobrepasar esa cifra, pero si hay que hacerlo porque la demanda es elevada, tampoco pasa nada. No los vemos a todos a diario. Si un enfermo lo necesita sí, pero a veces espaciamos las visitas cada 48 o 72 horas, en función de cuál sea su situación clínica, porque hay pacientes ingresados en sus domicilios que precisan una pauta de antibióticos, pero que se encuentran muy bien. En cambio a los enfermos paliativos o a los crónicos complejos -por ejemplo, pacientes con insuficiencia cardíaca o broncópatas muy justitos de saturación- los vamos a ver todos los días", detalla.

Esta médico de HADO insiste en que la filosofía de esta modalidad asistencial "no es liberar camas del hospital", sino "intentar que los enfermos sean tratados en su entorno más favorable". "Si se considera que un paciente, por su estabilidad clínica -entendiendo como tal que no vaya a necesitar, en teoría, ninguna cirugía en las siguientes 24 o 48 horas, y tampoco el ingreso en UCI-, puede estar en su casa, y que ese lugar va a ser el menos hostil para él, se le ofrece esa posibilidad. Esto es muy importante destacarlo. La hospitalización a domicilio es totalmente voluntaria, y si no se dan una serie de condiciones (que el enfermo pueda tener a alguien a su lado que le acompañe, por ejemplo, cuando vamos a verle para darle las pautas de medicación), o si el paciente y la familia están en desacuerdo con esta opción, se descarta", subraya.

El desconocimiento sobre cómo funciona HADO hace que, en un primer momento, a los pacientes y a sus familias les cueste un poco decantarse por esta modalidad asistencial, aunque "cada vez menos". "En el hospital se sienten más controlados, e irse para casa lo ven como un salto al vacío. Pero una vez que entramos en sus domicilios y ven cómo trabajamos y la labor de escucha que hacemos, la gran mayoría están felices. Cuando están en sus casas y ven que en cuanto se encuentran un poco mejor pueden salir a dar un paseo o seguir viendo a sus nietos, lo llevan mucho mejor. Este es el quid de por qué hay que potenciar la hospitalización a domicilio. Para intentar que el desplazamiento de los pacientes y su ingreso en el hospital se reduzca a los casos más necesarios", señala la doctora Hermida, quien insiste en que la Unidad HADO es "como otra planta del hospital, pero fuera de sus cuatro paredes".

"Tenemos acceso al mismo número de pruebas que los profesionales que trabajan dentro del hospital, y nuestros resultados de seguridad y calidad son, en general, iguales o mejores. Además, si en un determinado momento constatamos que los enfermos precisan algún cuidado que solo se les puede proporcionar en ese centro, son trasladados sin ningún tipo de problema", remarca la médico.