Un niño de unos 10 años de permanece ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) pediátrica del Hospital Universitario Lucus Augusti (HULA) de Lugo con shock tóxico vinculado al SARS-CoV-2. Así lo confirmó ayer el jefe de Pediatría del HULA, Roberto Pérez Pacín, quien explicó que el menor lleva desde el lunes ingresado en la UCI y permanece “estable” con “pronóstico prácticamente fuera de peligro, mucho mejor”.

El doctor Pérez Pacín comentó que se trata del primer caso que atienden de shock tóxico, que se presenta con fiebre elevada y dolor abdominal, como en este menor que lleva tres días con “picos de 40”.

Actualmente, el niño afectado ya recibió el alta epidemiológica tras haber pasado hace semanas el COVID, pero fue ingresado debido a las consecuencias de la infección. En concreto, el jefe de Pediatría del HULA explicó que pasó “un mes” desde que tuvo el COVID hasta que desarrolló este shock, pero en otros casos “pueden ser entre y seis semanas”, matizó.

Preguntado sobre las diferencias entre la enfermedad de Kawasaki y el shock tóxico, este especialista en Pediatría señaló que la primera dolencia se manifiesta con síntomas en la piel y afectación cardíaca y de mucosas, mientras que la segunda supone “una bajada de la tensión arterial” y “exige que se actúe rápidamente porque es un cuadro de gravedad que se produce”.

Con todo, tras asegurar que se han visto complicaciones tras pasar el COVID en niños en varios hospitales de Galicia, lanzó un “mensaje de tranquilidad” a las familias. “El COVID afecta levemente a los niños”, manifestó el doctor Pérez Pacín, para añadir que “los casos en que se producen complicaciones como éste” de Lugo tras superar la enfermedad “cogidos a tiempo tienen tratamiento” y “la evolución siempre es satisfactoria”. “Cogidos a tiempo, la evolución habitualmente es buena”, reiteró, y puntualizó que los cuadros multisistémicos no suelen requerir ingreso en cuidados intensivos, pero “este, como shock tóxico, siempre es un cuadro de UCI”.